Bruxismo, ¿tiene arreglo?

El bruxismo afecta a más a mujeres que a hombres y si tenemos los nervios a flor de piel, más posibilidades de desarrollarlo.

El bruxismo afecta a más a mujeres que a hombres y si tenemos los nervios a flor de piel, más posibilidades de desarrollarlo. Se puede sufrir de día, cuando se tiende a apretar la mandíbula; o de noche, el más frecuente y en el que se produce rechinamiento. Si el hábito se alarga en el tiempo aparecen otros síntomas del bruxismo como mandíbulas agarrotadas al despertarnos, dentadura desgastada, dolor cervical, dolor de cabeza e incluso alteraciones en los oídos.

La visita al dentista es obligada cuando suenan las alarmas y también debemos aprender a relajarnos. Y es que , hasta el momento, no se puede asegurar al 100% que el bruxismo se pueda prevenir o eliminar. Eso sí, hay formas de controlar la mandíbula. En primer lugar, para el bruxismo nocturno, la prevención sería “no irse a dormir tras comidas copiosas, no tomar estimulantes como el café o el alcohol, tener una habitación ventilada y cómoda, o evitar fármacos excitantes” explica el doctor Francisco Gómez profesor en la Universidad del País Vasco. Por su parte, la osteópata Noemí Ranz confía en los resultados de su disciplina para, incluso, acabar con el hábito y su sintomatología: “Para mí es un efecto secundario de otro problema, y la osteopatía busca el origen de los problemas. Normalmente cuando se trata el diafragma localmente se enseña a la persona a respirar y modificar la postura, el bruxismo desaparece. El doctor Juan Carlos Llodra, secretario del Consejo General de Dentistas de España, defiende que no existe forma de prevenir el bruxismo y que “nada, ni la férula de descarga nos asegura que no tengamos episodios a lo largo de la vida pero si se pueden tratar sus consecuencias de forma mutidisciplinar”, esto es tratar cada uno de los síntomas del bruxismo de forma independiente.

¿El bruxismo se hereda?

Se pueden dar casos de bruxismo en niños, aunque según los expertos, la cifra es inferior que en la edad adulta. También coinciden en que los conflictos psicológicos pueden desencadena el problema “lo que más se produce en ellos es el bruxismo nocturno y suelen ser niños a los que les cuesta más expresar sus emociones, son introvertido y nerviosos” manifiesta Francisco Gómez, que también se refiere al papel de los genes y el aprendizaje a la hora de desarrollarlo: “Se ha demostrado que los hijos de padres bruxistas tienen más probabilidades de rechinar que los que no”. En todo caso, los dentistas aconsejan llevarlo a la consulta lo antes posible cuando se detecte alguna señal. “Pueden darse casos de falso bruxismo, es una mala oclusión, unos dientes no encajan bien con otros y de manera inconsciente se intenta limar el diente que molesta. Son casos que se tratan con ortodoncia”, afirma Llodra.

El lado positivo del bruxismo

Ser bruxista puede funcionar como válvula de escape ante los nervios y el estrés y ser beneficioso para el organismo. “Se ha comprobado en animales roedores que en fases de estrés rechinan o aprietan los dientes, que se recuperan antes y tienen menos lesiones a nivel corporal (como úlcera gástricas) respecto a animales sometidos a estés que no desarrollan bruxismo” explica el doctor Francisco Gómez, que dirigió esta investigación en la Universidad del País Vasco, donde constataba que esta conducta libera dopamina, neurotransmisor relacionado con la regulación de las emociones en momentos de ansiedad. A pesar de esto, desde el Consejo de Dentistas de España, el doctor Juan Carlos Llodra, aboga por minimizar tanto como sea posible tanto el bruxismo como los estados nerviosos: “lo que hay que hacer es mejorar la ansiedad con otros métodos. No podemos dejar evolucionar el bruxismo para liberar la tensión, ya que no sabemos si un problema resolverá el otro”.