Salto cualitativo

Mucho se ha escrito sobre el atentado de Dortmund contra el autobús en el que se dirigía al estadio el equipo local y lo más sorprendente es que algunos compañeros lo presentan como una prueba de la “improvisación”. Todo lo contrario. La acción criminal supone un salto cualitativo a tener en cuenta y resulta, aunque es posible, que fuera cometido por un solo individuo.

Los artefactos fueron accionados al paso del autobús, lo que supone que el terrorista o terroristas tenían que estar en una posición desde la que ver la llegada del vehículo ( o a través de la televisión, si lo estaban retransmitiendo en directo) y activar a las bombas, bien con telemando o con teléfono móvil. Este tipo de acciones criminales las suelen cometer células compuestas por varios terroristas.

El atentado supone un motivo más de preocupación ya que los yihadistas que están implantados en Europa pueden perpetrar ataques contra

personas o coches en los que viajen personalidades que quieran asesinar. Probablemente, han sido entrenados en Siria en la fabricación de este tipo de bombas.

Sobre la autoría, sólo citar un párrafo de la revista “Rumiyah” del pasado mes de enero: “hay que reclamar la responsabilidad por el ataque por diversos medios, como dejar escrito el nombre del Estado Islámico con pintura cerca del objetivo; o dejar un pedazo de papel en el que se expongan los motivos del ataque para burlarse y enojar a los incrédulos». «El papel puede ser pegado a un ladrillo y luego arrojado a través de la ventana de una propiedad ocupada cerca del escenario del ataque».

Cerca del lugar de atentado fueron hallados tres sobres que hacen pensar a la Policía alemana que la acción criminal es de autoría yihadista.