«Las crónicas de Peter Sanchidrán» (***): Terror clásico y humor surrealista

No podía ser más gamberra, disparatada e ingeniosa la comedia que se ha sacado de la manga José Padilla –dramaturgo que ha dejado definitivamente de ser un talento prometedor para convertirse en un sólido autor

Autor y director: José Padilla. Intérpretes: Antonia Paso, Juan Vinuesa, Cristobal Suárez, José Juan Rodríguez, María Hervás... El Pavón Teatro Kamikaze. Madrid. Hasta el 26 de julio.

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No podía ser más gamberra, disparatada e ingeniosa la comedia que se ha sacado de la manga José Padilla –dramaturgo que ha dejado definitivamente de ser un talento prometedor para convertirse en un sólido autor– y con la que el Teatro Pavón, al menos aparentemente, cerrará su programación esta temporada en el Ambigú. Un tipo muy singular, ese mismo al que alude el esperpéntico título de la obra, se dispone a poner en funcionamiento la ultramoderna nave espacial en la que se halla a bordo para emprender un viaje intergaláctico ante la inminente destrucción del mundo –todo ello al tiempo que soluciona un problema amoroso con otro tipo no menos particular–. Un fallo técnico parece obstaculizar el despegue, pero eso da pie a que otros personajes vayan apareciendo en escena conformando diferentes historias o sketches cuyos argumentos giran en torno a temas tan frikis como la demostración empírica de que es posible devolver un cuerpo a la vida, la innovación tecnológica aplicada a la clonación en el mundo de los actores para que estos puedan ser sustituidos en las funciones o películas en las que trabajen por otros seres idénticos; el hallazgo de una antigua mano de mono que permite al que la estreche hacer realidad tres deseos, o la voluntaria conversión de un sencillo españolito nada menos que en Spiderman por medio de las picaduras de cuantas arañas encuentra. Atendiendo a los temas, uno podrá darse cuenta enseguida de que «Las crónicas de Peter Sanchidrián» no son sino un homenaje palmario, aunque en clave de parodia, a la literatura y el cine de género con los que probablemente habrán crecido muchos de los espectadores que vean la función. La ciencia ficción, el terror, la aventura fantástica con toques exóticos o el universo de los superhéroes son los distintos palos o subgéneros a los que Padilla se acerca para reinventarlos en una función, dirigida por él mismo, en la que los golpes de ingenio, tanto en el propio texto como en las situaciones escénicas, se suceden hasta la más divertida locura. En las interpretaciones, Antonia Paso, Juan Vinuesa, Cristobal Suárez, José Juan Rodríguez, María Hervás y Laura Galán no desaprovechan sus aptitudes para la comedia y, con admirable pericia, hacen saltar por los aires, una vez tras otra, todo el dramatismo que caracteriza los argumentos de la serie B para girar inesperadamente al humorismo más absurdo e inteligente.