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España

Herrera y Gavira se dejan remontar y caen ante una sorprendente Qatar

La pareja de voley playa masculino perdió por 1-2 frente a la selección qatarí

Los españoles empezaron el partido dominando de manera incontestable, gracias en gran medida a la incapacidad de los qataríes para romperles el saque.

La dupla española formada por Pablo Herrera y Adrián Gavira se dejó sorprender hoy en la arena de Copacabana por los qataríes Jefferson y Cherif, quienes tras remontar un primer set en contra se acabaron alzando con la victoria gracias a su total dominio en defensa.

Tras una primera manga ganada con autoridad por los españoles por 21-13, los qataríes consiguieron firmar un 18-21 y se llevaron el partido en la muerte súbita con un 12-15 a su favor.

Desde el inicio, la dupla española fue haciéndose con una ventaja insalvable para sus rivales, hasta que Herrera, que aspira en Río a mejorar su medalla de plata obtenida en los Juegos de Atenas 2004, zanjó el primer set con un excelente remate.

Jefferson y Cherif volvieron a pisar la arena con nuevos ánimos, lo que les llevó a ponerse un punto por delante nada más comenzar la segunda manga, aunque Herrera y Gavira no tardaron en volver a dominar el marcador.

Sin embargo, con un Cherif especialmente activo en defensa y que consiguió bloquear un buen número de remates de la dupla española, los qataríes lograron impedir que Herrera y Gavira se distanciasen y llegaron a establecer un empate a 15 puntos en el marcador.

Para sorpresa de los españoles, una vez más Cherif bloqueó de manera soberbia un remate, en esta ocasión de Gavira, y puso a la dupla árabe por delante. Con la escasa afición presente volcada con ellos, Jefferson y Cherif lograron una cierta ventaja que les permitió hacerse con la segunda manga.

El 'tie break' comenzó con una gran igualdad y con los españoles buscando una mayor precisión en el remate, con el objetivo de evitar los bloqueos de Cherif que, en ocasiones, llegaba a parecer un muro infranqueable.

Sin embargo, los españoles que parecían nerviosos no fueron capaz de imponerse a unos rivales pletóricos que, además, supieron enardecer al público en los instantes finales.