Finanzas

Con la Renta Fija sí se puede ganar dinero

Las empresas se han lanzado masivamente a emitir deuda. «La rentabilidad actual que ofrece, por ejemplo,el bono español a 10 años apenas supera el 1,4%»

La Razón
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Los expertos apuntan a que en la deuda corporativa, aquella que emiten las empresas , se pueden encontrar verdaderas oportunidades para sacar partido a una inversión y sin correr riesgos.

Siguiendo la regla de oro de la inversión, a mayor riesgos, mayor rentabilidad, y viceversa, la renta fija es el instrumento ideal para aquellos ahorradores que no quieren llevarse ningún sobresalto con su dinero. En un momento como el actual, con los tipos de interés en la zona euro que se encuentra en torno al 0%; con la rentabilidad del bono español a 10 años en el 1,4%, y los depósitos bancarios con rendimientos por debajo del 1% no es extraño que se piense que «con la renta fija no se puede ganar dinero». Nada más lejos de la realidad. Y es que se puede decir que hay vida – financieramente hablando– más allá de la deuda pública . Así lo sostiene Eva Rodríguez- Roselló, socia fundadora de Ever Capital. «Actualmente, existen verdaderas oportunidades en la renta fija, en especial en los bonos corporativos», asegura.

Pero ¿qué es un bono corporativo? Se trata de unos títulos emitido por una corporación, es decir, una empresa, para financiar la expansión de su negocio y que tienen un plazo de vencimiento determinado. Algunos bonos incorporan una opción de compra, que permite al emisor redimir la deuda antes de su fecha de vencimiento. Otros, conocidos como bonos convertibles, permiten a los inversores transformar el bono en acciones. La rentabilidad de estos productos se puede obtener a través del cupón (el interés que genera dicho bono) o por el precio del mismo, por lo que una buena inversión dependerá de una buena combinación de estas dos variables.

Hay que destacar que se trata de inversiones que cuentan con todas las garantías porque, en caso de quiebra de la empresa, los poseedores de estos títulos se colocan los primeros en la «cola» de acreedores.

Otra modalidad es la deuda subordinada, cuyo funcionamiento es prácticamente igual al de un bono convencional. Se trata también de títulos valores de renta fija con rendimiento explícito emitidos normalmente por entidades de crédito que ofrecen una rentabilidad mayor que otros activos de deuda. Sin embargo, y siguiendo las leyes financieras, esta mayor rentabilidad se logra a cambio de perder capacidad de cobro en caso de liquidación de la sociedad, ya que sus titulares no tienen prioridad, por lo que la recuperación de la inversión está, como su propio nombre indica, subordina a que primero satisfagan sus deudas el resto de acreedores. En cuanto a su régimen fiscal, los intereses o cupones periódicos reciben la calificación de rendimientos de capital mobiliario a integrar (a una alicuota del 18%) en la renta del ahorro, al igual que el rendimiento obtenido en la amortización, transmisión, canje o conversión de estos activos.

Recomendaciones

En los últimos meses, las empresas se han lanzado masivamente a emitir deuda. El programa de compras del Banco Central Europeo (BCE), que ha inundado el mercado de liquidez, unido a la reducción del endeudamiento de la sociedades y a la expectativa de próximas subidas de tipos de interés, tanto en la zona euro como en Estados Unidos, se han traducido en un récord de la emisiones, que en el primer cuatrimestre del año han superado en España los 12.600 millones de euros.

Sin duda, una buena noticia para los inversores, que pueden encontrar una gran oferta. En este sentido,Rodríguez-Roselló destaca los bonos de Sacyr; los Mare Nostrum, Telefónica Colombia, Abanca o la deuda subordinada del Banco Santander. Se trata de productos muy interesantes, cuya rentabilidad se está moviendo en una horquillla de entre el 4% y 7%. Incluso, uno de los valores protagonistas del mercado en los últimos días, Liberbank, tiene una deuda subordinada muy atractiva (alrededor del 12%). «Estas rentabilidades demuestran que se puede ser conservador y, a la vez, sacar partido al dinero», señala Eva Rodríguez-Roselló. La experta considera que todavía en nuestro país existe un profundo desconocimiento sobre productos financieros. Desde Ever Capital, está dispuesta a demostrar que hay algo más que la renta variable, el petróleo o la deuda pública. «El problema es que los inversores no saben dónde ir para informarse, porque, normalmente, no se suele hacer mucha publicidad. Por ello, lo mejor es acudir a un buen profesional porque creo firmemente que hay muchas oportunidades, y pienso que las ocasiones hay que llevarlas a la gente», explica.Las posibles subidas de tipos en la UE y las ya acometidas en Estados Unidos –la última, esta semana– beneficiarán, a juicio de la experta, a estas inversiones. «Si se eligen bien los activos se puede obtener rentabilidad en el entorno del 4 ó el 5%», precisa.

La mayor parte de la renta fija se mueve a través de los fondos de inversión, que apuestan tanto por deuda pública como en mercado monetario. Suelen tener duraciones cortas, para un cliente conservador que quiere asumir poco ripor esgo, pero la rentabilidad también es baja. Javier Santacruz, profesor del IEB, también hace hincapié en las oportunidades de la deuda corporativa «Todo lo que no suponga asumir riesgos está generando poca rentabilidad. Sólo hay que ver que el euribor está en mínimos históricos, e incluso, negativo, a un año. Otra cosa es la deuda corporativa. Lógicamente, ofrece una mayor rentabilidad, puesto que una empresa tiene más riesgo que el Estado. El problema que veo es que, con el programa de compras de BCE, estos activos ha tocado suelo. Además, si se tiene en cuenta que la expectativa es que los tipos de interés suban, pues el bono puede caer. Lo más importante es saber combinar bien el interés y el precio», afirma.

Sin riesgo de rescate

Considera que en deuda subordina y derivados se puede sacar un gran partido, sobre todo si se apuesta por grandes corporaciones, incluso bancos europeos de gran envergadura que no tengan riesgos de rescate, y pone como ejemplo la deuda subordinada del Banco Santander.

«Lo más interesante desde mi punto de vista son las emisiones de grande empresas, que ofrezcan intereses altos, pero cuyos precios no estén en máximos –para amortiguar incrementos en el precio del dinero–. En estos momentos, me parecen atractivas las emisiones de Eon y de RWE, sobre todo después de la sentencia que obliga a Alemania a indemnizar a las eléctricas por el apagón nuclear, así como las de sector petrolero, farmacéutico y automovilístico», concluye el economista.