Elecciones generales

Rajoy pide al PP dejar el pesimismo tras el CIS porque «se puede gobernar»

La cúpula popular ve clave aumentar la distancia con los socialistas para mantener el poder

Pablo Casado, María Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy, Fernando Martínez Maíllo y Javier Arenas, ayer, durante la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP
Pablo Casado, María Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy, Fernando Martínez Maíllo y Javier Arenas, ayer, durante la reunión de la Junta Directiva Nacional del PPlarazon

El PP obtendría un 29,1 por ciento de los votos si hoy se celebraran elecciones y aumenta su distancia con el PSOE a 3,8 puntos. Ciudadanos sube 3,6 puntos y Podemos cae 4,9 puntos.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, trasladó ayer un mensaje de tranquilidad a la Junta Directiva Nacional del PP ante el desafío independentista que este lunes dará un nuevo paso al frente con el debate en el Pleno del Parlamento catalán de la propuesta de resolución para poner en marcha el proceso de desconexión de España con Cataluña. Rajoy garantizó a su máximo órgano directivo entre Congresos que el Gobierno lo tiene todo preparado para responder jurídicamente, paso a paso, y de manera proporcional, a cada una de las decisiones que pueda adoptar el bloque independentista para poner en cuestión el orden constitucional y la legalidad vigente.

La Junta Directiva Nacional del PP tenía como objeto ratificar las coaliciones electorales con las que quieren concurrir a las elecciones en Navarra, Aragón y Asturias. Pero toda la expectación interna estaba puesta en Cataluña, y en el discurso político y en la estrategia del Ejecutivo a partir de este lunes, teniendo en cuenta que dan por hecho la desobediencia de Juntos por el Sí y de la CUP a las decisiones y requerimientos de los tribunales y del propio Constitucional.

Pero, además, la reunión quedó marcada por el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en el que el PP sigue siendo la primera fuerza política con un 29,1 por ciento de los votos, e incluso aumenta su ventaja con el PSOE hasta los 3,8 puntos. Si bien los socialistas también mejoran su estimación de voto por delante de Ciudadanos, que ya es el tercer partido superando a Podemos. Este último acelera su caída en apoyo popular.

Este sondeo inyectó ayer oxígeno en las filas populares, y bajo este acicate Rajoy espoleó a los suyos con un mensaje de confianza ante las elecciones generales, pero con el aviso de que tienen mucho trabajo por delante para consolidar el optimismo. En el PP temían que la encuesta reflejase una caída en sus expectativas electorales. Y el resultado fue bastante mejor del que esperaban, teniendo en cuenta que la muestra se realizó justo después de las elecciones catalanas, es decir, bajo el efecto del mal resultado del PP en esos comicios y, por contra, alimentada también, en teoría, por el excelente resultado que consiguió el partido de Albert Rivera en Cataluña. En concreto, el barómetro se realizó entre el 1 y el 12 de octubre, pocos días después de las elecciones catalanas, pero antes de la ronda de contactos abierta por el presidente del Gobierno con las fuerzas políticas ante el desafío independentista. Y en la dirección del PP están convencidos de que su posición es hoy mejor que cuando se realizó la encuesta porque el liderazgo de Rajoy en la cuestión catalana está sumando a su favor desde el punto de vista electoral.

Ahora bien, el análisis de la cúpula popular también incluye la advertencia de que necesitan ampliar un poco más el margen de distancia con los socialistas para conjurar el riesgo de que una alianza de éstos con Ciudadanos les eche del poder, aunque sean la lista más votada. La encuesta es vista como un buen paso, pero no suficiente.

Rajoy instó a los suyos a seguir trabajando y a potenciar la movilización electoral, desde la confianza en que tienen al alcance consolidar una mayoría suficiente como para seguir gobernando. El presidente cree que los datos deben animar a su partido a seguir trabajando después de una legislatura «difícil» y en la que han tenido que tomar «decisiones complicadas». «Tenemos que hacer todo cuanto esté en nuestras manos para recuperar la confianza de la mayoría de los españoles», sentenció. A su juicio, «las cosas están mejor», pero «no se puede jugar con las cosas de comer».

En relación a Cataluña, en el PP advierten de que ha llegado «el momento de la verdad porque aunque haya un mínimo consenso con Ciudadanos y con el PSOE, las decisiones tendrá que adoptarlas Rajoy y el recurso ante el TC es sólo un primer paso de todo lo que se nos viene encima». Ayer, el presidente ratificó a su partido que el Gobierno recurrirá de manera inmediata la resolución independentista en cuanto sea aprobada. Ante la Junta Directiva Nacional, defendió que la respuesta a cualquier decisión que contravenga la ley será siempre proporcional y acordada y comunicada al resto de los partidos. «El Estado tiene instrumentos suficientes para evitar que se pueda cometer un disparate como el que algunos están planteando», defendió.

El jefe del Ejecutivo solemnizó que la ruptura no se va a producir. Y junto con la defensa del principio de la legalidad echó mano del discurso más político, en el que apela a la historia en común y a los beneficios de que España y Cataluña sigan trabajando juntas.

Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, defendió en Onda Cero que en el desafío soberanista el camino a seguir es «la aplicación del Estado de Derecho gradualmente». Morenés puntualizó que ve «muy lejana» una implicación militar.

Por otra parte, Rajoy garantizó a su partido que será justo en la elaboración de las listas electorales y que atenderá en la medida de lo posible la propuesta de las direcciones provinciales. La previsión es que los «número uno» se conozcan antes de la semana que viene. Ayer solemnizó de nuevo además su compromiso de borrar la fusión de Navarra con el País Vasco de la Constitución.

La encuesta se realizó entre los días 1 y 12 de octubre, en plena 'resaca' de las elecciones catalanas del 27 de septiembre.