Historia

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Los capos más influyentes de la historia

Rafaelle Cutolo
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Giuseppe Musolino: «El rey de aspromonte» que sedujo a la prensa

Conocido con este curioso el apodo, Musolino (1876-1956) se escapó de prisión en su juventud para convertirse en un ladrón que administraba justicia según su particular punto de vista. Escondido en las colinas, eliminó a dos de los supuestos traidores que testificaron en su contra, pero, para expiar sus pecados, hacía buenas acciones como ayudar a los agricultores con fuertes sumas de dinero robado. Informó por carta al rey Víctor Manuel III de la necesidad de reformas en la región. Su reputación se extiende rápidamente por toda Italia gracias a la prensa del país, e incluso de periódicos extranjeros, y su figura se convierte en una especie de leyenda. Fue acusado de 20 asesinatos.

Ciccio Pesce: Un búnker a la última para el amo de Rosarno

Nació en 1978 y es considerado el jefe del clan que lleva su apellido. Fue detenido en 2011, después de escapar de la llamada operación «All Inside» contra su banda, que operaba en la zona de Rosarno y tenía ramificaciones por todo el país. El búnker en el que se escondía medía unos 40 metros cuadrados y estaba equipado con aire acondicionado, una cocina, baño y un dormitorio, al que accedía a través de una trampilla operado por un mecanismo electro-neumático, activado por un mando a distancia. Francesco (Ciccio) Pesce había heredado las riendas del clan hacía años de la mano de su padre, Antonio Pesce («Testuni») que a su vez había recibido el cetro de su abuelo, Don Peppino. Aún hoy, gobierna «con un puño de hierro» su área.

Salvatore de Crescenzo: «Tore», pionero del crimen desde la Policía

Fue el primer gran jefe de la Camorra. Después de pasar por la cárcel y cometer asesinatos –incluso en prisión–, en 1855, cuando es liberado, comienza a ejercer en la mafia de la ciudad hasta que fue llamado a las dependencia de la jefatura de Policía con una propuesta extraña: redimirse, convirtiéndose en guardia de la ciudad, junto a los compañeros que así lo desearan, con el objetivo de garantizar el orden. A cambio, la Camorra disfrutaría de amnistía incondicional y un sueldo del Gobierno. Sólo una hora fue suficiente para que «Tore» tomara una decisión. El jefe de la Camorra regresó a la prefectura con un compañero y aceptó la propuesta. Sus negocios se incrementaron sin aparcar el uniforme de servicio.

Rafaelle Cutolo: Un «profesor» mesiánico en la élite del crimen

Desde la cárcel de Poggioreale se convirtió en el fundador y líder de la Nuova Camorra Organizzata. «El profesor» es el criminal italiano más influyente del siglo XX. Nació en Ottaviano (Nápoles) en 1941 y, en los 70, se dedicó a reorganizar la Camorra en un período sangriento. Su poder llegó a ser de tal magnitud que pudo comprarse el castillo de Medici Ottaviano para utilizarlo como sede. Sus fechorías le consagraron en la élite de los grandes criminales de guerra. Cutolo se consideraba a sí mismo un hombre predestinado, con poderes sobrenaturales, capaz de curar a los heridos o resucitar muertos. Distintos exámenes psiquiátricos le han diagnosticado psicosis, histeria y megalomanía. Lleva media vida en cárceles de seguridad.