Guerra en Siria

Putin desafía a EE UU al reforzar su despliegue sirio

El envío de 3.000 soldados rusos a Alepo y de un portaaviones a su base en el Mediterráneo entierra las opciones de paz. Cinco sanitarios de una ONG francesa mueren en un bombardeo

Una imagen del vídeo distribuido por el Ministerio de Defensa ruso donde, según Moscú, se muestra un vehículo sospechoso al lado del convoy humanitario que fue atacado el lunes
Una imagen del vídeo distribuido por el Ministerio de Defensa ruso donde, según Moscú, se muestra un vehículo sospechoso al lado del convoy humanitario que fue atacado el luneslarazon

El envío de 3.000 soldados rusos a Alepo y de un portaaviones a su base en el Mediterráneo entierra las opciones de paz. Cinco sanitarios de una ONG francesa mueren en un bombardeo

En medio de la fuerte tensión entre Washington y Moscú tras el ataque aéreo a un convoy de ayuda humanitaria en Alepo, el Estado Mayor ruso anunció ayer que aumentará su presencia en el Mediterráneo Oriental –área limítrofe con Siria y Turquía–, con el envío del portaaviones «Almirante Kuznetsov», el buque insignia de su Armada. Se trata del único portaviones de la Armada rusa, de 302 metros de eslora y 72 de manga, botado en 1985, que transportará a la costa mediterránea de Tartus (Siria) los novísimos cazas MiG-29.

«Para incrementar las posibilidades de combate de la flotilla incorporaremos buques portadores de aviones», declaró ayer el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu. En la actualidad, se encuentran en la zona seis buques militares acompañados de otros tres o cuatro barcos de apoyo logístico, y el citado portaaviones se sumará a mediados de octubre.

El «Almirante Kuznetsov» podrá ser utilizado para las operaciones rusas en Siria,informó por su parte el jefe del Comité de Defensa de la Duma (Cámara Baja), Vladimir Komoedov. Su traslado «tiene lugar en el momento adecuado si la situación operativa los requiere y es necesario apoyar a nuestros soldados en Siria», agregó. Precisamente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dijo ayer que en el último mes, 3.000 nuevos efectivos se han incorporado a las tropas rusas que ya están en el país árabe para colaborar con las fuerzas del régimen de Bachar al Asad. La información, sin embargo, no ha sido confirmada ni por Moscú ni por Damasco.

Según el Observatorio, muchos de los nuevos milicianos rusos han sido enviados a la zona de Al Zafira, bajo el control de las autoridades sirias y en el sureste de Alepo, a la espera de unirse a la lucha contra los rebeldes sirios y el Estado Islámico. La decisión de Moscú de incrementar su flota de guerra en el país árabe llega en uno de los momentos más delicados de los cinco años de conflicto en Siria. Con una tregua que pende de un hilo, que podría romperse definitivamente y con ello todas las esperanzas para reavivar el proceso de paz, en punto muerto desde el mes de marzo.

El ataque contra el convoy de la ONU ha marcado un punto de inflexión en las negociaciones de Siria. Estados Unidos volvió a acusar a Rusia de estar detrás del bombardeo contra los camiones de ayuda humanitaria.

Según dos fuentes de Inteligencia de EE UU, dos aviones SU-24 de Rusia sobrevolaban la zona en el momento en que se produjo el ataque. También el jefe del Alto Comité para las Negociaciones, el principal bloque de la oposición política siria, aseguró que dispone de pruebas sólidas que demuestran la implicación rusa y siria. «Nadie más tenía aviones en esa zona», puntualizó Riad Hajib.

Por su parte, Moscú, que sigue negando que tanto sus aviones como los del régimen de Asad estén implicados en el incidente del lunes, reconoció ayer que junto al convoy humanitario atacado en Alepo, los «terroristas trasladaban un mortero de gran calibre», según muestran unas imágenes que están estudiando.

Todavía «no está claro si el mortero sirve como cobertura para la columna de voluntarios de los cascos blancos o al contrario», aseguró el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov. «Tampoco se entiende por qué cerca del punto final del destino de la columna el mortero desapareció», agregó el portavoz militar en referencia al vídeo grabado con un dron ruso.

Tras el fin del cese de las hostilidades, la situación en Siria ha empeorado. Además del bombardeo contra el equipo humanitario en Alepo que causó la muerte a 20 civiles y al jefe de la Media Luna Roja, se han reanudado los ataques aéreos con barriles explosivos en zonas rebeldes. En la madrugada de ayer, se produjeron decenas de bombardeos contra Alepo y los alrededores de esta ciudad. Un inmueble de seis pisos quedó completamente derribado en el barrio rebelde de Sukari, que dejó un balance de dos muertos.

También hubo un ataque contra un centro sanitario en el que murieron cuatro médicos y una enfermera de una ONG francesa, además de nueve combatientes islámicos del Ejército de la Conquista, informó el Observatorio.

Por su parte, el Estado Islámico (EI) afirmó ayer que derribó un avión de guerra sirio en la región de Al Qalamún Oriental. La nota no reveló si el aparato se estrelló por accidente o si fue blanco de un ataque de los yihadistas.