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Una boda de bandera (catalana)

Frente a las puertas del complejo City Center de Rosario, ondeaba la bandera de Cataluña. No hubo enlace religioso y la ceremonia civil fue sencilla, mientras que la seguridad fue una de las principales preocupaciones de los novios, que pusieron a 420 efectivos a cargo de sus 260 invitados

De izquierda a derecha, Elena Galera y Sergio Busquets, Jordi Alba, Jordi Puyol, Romarey Ventura, Vanesa Lorenzo, Nuria Cunillera, Cesc Fábregas, Daniella Semaan, Xavi Hernández y Samuel Eto’o posaron juntos a su llegada a Rosario
De izquierda a derecha, Elena Galera y Sergio Busquets, Jordi Alba, Jordi Puyol, Romarey Ventura, Vanesa Lorenzo, Nuria Cunillera, Cesc Fábregas, Daniella Semaan, Xavi Hernández y Samuel Eto’o posaron juntos a su llegada a Rosariolarazon

Frente a las puertas del complejo City Center de Rosario, ondeaba la bandera de Cataluña. No hubo enlace religioso y la ceremonia civil fue sencilla, mientras que la seguridad fue una de las principales preocupaciones de los novios, que pusieron a 420 efectivos a cargo de sus 260 invitados.

El estilo de Lionel Messi siempre dista de las luces, de la «jet set» y la grandilocuencia. Su matrimonio no fue la excepción. Los números asustan, pero por la calidad de los invitados que llegaron a su Rosario natal se esperaba un festejo para alquilar balcones. La ceremonia, que contó con más de 260 invitados, se celebró en el complejo de lujo City Center Rosario (Argentina). Se trata de un hotel de cinco estrellas, que cuenta con un inmenso casino y varias salas de convenciones y fiestas con suficiente capacidad como para albergar a más de 2.000 personas. La fiesta se celebró en un sector de este complejo compuesto por 188 habitaciones de lujo, Spa, un gimnasio e incluso un servicio de guardería. A pesar de que no hubo lujos extravagantes en este enlace, lo cierto es que se reunieron tantos jugadores de fútbol de primera línea que, si se suma el valor de mercado de cada uno –comenzando por el propio Messi, cuyo valor está estimado en 120 millones de euros– y el monto de las cláusulas de rescisión de todos ellos, se llega a la astronómica cifra de 2.000 millones de euros.

El aeropuerto internacional Ministro Pistarini de Ezeiza fue la pasarela por donde los invitados fueron llegando durante la semana. Entre los primeros estuvieron Sergio Kun Agüero y su mujer Karina Tejada, más conocida como «La Princesita», una cantante de música tropical argentina, que actuó durante la boda. Shakira y Gerard Piqué, compañero de Messi en el Barcelona, también estuvieron junto a sus amigos en el enlace. Los rumores apuntaban a que la relación entre la cantante colombiana y Antonella Roccuzzo era tensa, pero con su presencia se disiparon todos. A su llegada les esperaba un vehículo que, escoltado por policías en moto y dos camniones de Gendarmería, los llevó hasta City Center.

Gran parte de la plantilla del equipo que consagró a Lio cinco veces con el Balón de Oro y amigos íntimos del futbolista se encuentran desde el jueves en el Hotel Pullman y fueron trasladados hasta allí con las mismas medidas de seguridad. Carles Pujol, Cesc Fábregas junto a su mujer Daniela, Xavi Hernández y Nuria Cunillera, así como Jordi Alba, Elena Galera y Samuel Eto’o son algunos de los que están desde el jueves hospedados en el lugar y disfrutando sus imponentes instalaciones. De hecho, Puyol, Alba y Hernández jugaron un partido de padel el día antes de la boda y el portero José Manuel Pinto, que tomó el mismo avión que Pepe Costa, a quien muchos consideran un segundo padre para Messi, compartió fotos comiendo asado con el novio el día antes de la celebración. Por otra parte, estuvieron presentes figuras mediáticas argentinas como el presentador de televisión Marcelo Tinelli, el productor Adrián Suar, los actores Nicolás Vázquez y Gimena Accardi, el ex tenista Guillermo Coria, el recientemente retirado Martín Demichelis y su esposa Evangelina Anderson y el resto de futbolistas como Mascherano, Neymar, Maxi Rodríguez y los de la selección Argentina: Banega, Di María, Lavezzi, Guzmán, Gago, Pinola entre otros.

El enlace no pudo ser por la Iglesia porque el Arzobispado no autorizó a la pareja a instalar una capilla en el City Center. Tampoco la harán en la Catedral de Rosario por motivos de seguridad, una de las mayores preocupaciones de la pareja. De hecho, hubo más efectivos custodiando el complejo donde se realizó la boda que invitados: 420 de los primeros frente a 260 de los segundos. La ceremonia civil fue llevada a cabo por el juez de paz Gonzalo Carrillo Herrera, que hace dos meses se enteró de que oficiaría la boda, pero lo mantuvo en secreto. Ayer, después de que se hiciera pública su participación, el juez explicó que sería una ceremonia sencilla: «Se les dice unas palabras a los contrayentes, pasamos a la parte formal, la lectura del acta y el consentimiento de ellos. Nada más». El novio decidió que los testigos fueran sus hermanos. Roccuzzo eligió por su parte a las suyas. «Es un orgullo, tanto como santafesino como rosarino, poder casarles», afirmó el juez.

La boda fue pensada hasta el último detalle, pese a que unas semanas antes la pareja despidiera a la organizadora de su enlace. Se puso especial atención a las necesidades de los invitados, entre los que había una gran presencia de la farándula argentina, así como del mundo del fútbol internacional. Con ellos en mente, se ofreció servicio de peluquería para ultimar los detalles y un salón de juegos para entretener a los más pequeños. El menú constó de comida típicamente argentina con cazuela de mollejas, carnes trinchadas ahumadas y chorizos bombón. Siguió un plato principal y un postre, acompañado de mesa de dulces y final de fiesta. Todo estuvo regado con vinos mendocinos de la Bodega Famiglia Bianchi (chardonnay, malbec y champán extra brut) y gaseosas.

Los hombres, de Armani

La novia lució un vestido exclusivo de la diseñadora Rosa Clará, pero la madrina, Celia Cuccittini (la madre de Leo) y María Sol (su hermana) se vistieron del argentino Claudio Cosano. Messi, su padre y sus hermanos lucieron trajes de Armani. Todos con zapatos de Ricky Sarkany, socio de Antonella y de Sofía Balbi (la mujer de Suárez) en el local que abrieron hace poco en Barcelona. El «souvenir» que se entregó a todos los invitados también hizo gala de la nacionalidad de los protagonistas: las delicias argentinas, acompañadas de un vino con la inscripción del número 10 y un delicioso dulce de leche autóctono, en una caja decorativa, al mejor estilo de la pareja.

Una boda que seguramente sea de las más lujosas de la historia, y la más memorable que la ciudad natal del «crak» haya conocido, pero donde todo llevará impresa la humildad de aquel Messi, de la Pulga, aquel «pibe» que se crió en Rosario y deslumbra al mundo.