Asia

Un caza chino J-10 arroja bengalas contra un helicóptero Seahawk de la Marina de Australia

El Ministerio de Defensa australiano afirma que solo la rapidez de su piloto evitó una "catástrofe" y condena la operación "inaceptable" del aparato chino

Caza chino
Un caza chino J-10La Razónla razon

Un avión de combate chino arrojó bengalas frente a un helicóptero de la Armada australiana en aguas internacionales, en un incidente que el ministro de Defensa, Richard Marles, condenó como poco profesional e inaceptable. El incidente tuvo lugar durante una operación de rutina en el Mar Amarillo frente a Corea del Sur. Un helicóptero Seahawk de la Armada que operaba frente al destructor HMAS Hobart australiano fue interceptado por un avión J-10 de la Fuerza Aérea china. Según la versión australiana, el avión de Pekín "arrojó bengalas a unos 300 metros delante del helicóptero Seahawk y a 60 metros por encima, lo que obligó al helicóptero a tomar medidas evasivas para no ser alcanzado por esas bengalas", dijo el ministro Marles.

El Gobierno australiano denunció esta interacción como "insegura y poco profesional" ya que forzó al piloto australiano a maniobrar rápidamente para evadir un accidente. "Se trató de una maniobra insegura que puso en riesgo al aparato y a la tripulación", subraya un comunicado divulgado hoy por el ministerio de Defensa australiano y recogido por la agencia Efe. El Chengdu J-10 es un avión de combate multiusos y monomotor diseñado para el combate aire-aire, pero también puede realizar misiones de ataque.

Los medios australianos aseguran que sólo los rápidos reflejos del piloto australiano evitaron el desastre. En el comunicado de Defensa se señala que el incidente tuvo lugar el sábado, 4 de mayo, cuando el destructor HMAS Hobart llevaba a cabo "actividades rutinarias" en el mar Amarillo, "en aguas internacionales", en una misión de las Naciones Unidas para impedir que Corea del Norte realice contrabando con mercancías sancionadas.

"Aunque no hubo daños personales ni al aparato, la seguridad y el bienestar de nuestros efectivos continúa siendo nuestra máxima prioridad", continúa el comunicado, que añade que el Gobierno australiano ha transmitido su "preocupación" al Ejecutivo chino.

El senador australiano James Paterson pidió al gobierno de su país "una respuesta contundente". "Quiero saber qué ha hecho el primer ministro al respecto, porque la última vez abrogó su responsabilidad hacia nuestros hombres y mujeres uniformados al no plantearlo directamente a Xi Jinping”, lamentó. Paterson dijo que Australia necesita tomar las advertencias chinas "muy en serio", ya que el conflicto en la región del sudeste asiático es "previsible" en los próximos años.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Australia espera que "todos los países, incluido China, gestionen sus Ejércitos de una manera profesional y segura". El incidente sucede cuando aumentan las denuncias por parte de algunos países asiáticos y de Australia con respecto a las maniobras militares de China en el Pacífico, a la vez que se fortalecen los lazos de seguridad entre los aliados de EE.UU. de la zona frente a Pekín.

La semana pasada, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se reunió en Hawái con sus homólogos de Australia, Filipinas y Japón para consolidar su alianza frente a China y su compromiso con lo que consideran es la preservación del libre tránsito en el Indopacífico, clave en el pulso entre Pekín y Washington para aumentar su área de influencia. Austin se refirió entonces a las operaciones de la Guardia Costera china contra barcos filipinos en aguas disputadas del mar de China Meridional, donde según Manila emplean cada vez más métodos militares para ahuyentar a sus embarcaciones.

China y Australia, una relación envenenada

El gobierno australiano advierte en su estrategia de Defensa publicada en abril que el "riesgo de una crisis o conflicto en el Estrecho de Taiwán está aumentando, así como en otros puntos álgidos, incluidas las disputas en los Mares de China Meridional y Oriental y en la frontera con la India". Camberra acusa a Pekín de emplear “tácticas coercitivas para impulsar sus objetivos estratégicos, incluido el manejo contundente de disputas territoriales e interceptaciones inseguras de buques y aviones que operan en aguas y espacio aéreo internacionales de acuerdo con el derecho internacional”.

Este nuevo incidente pondrá a prueba la relación de Australia con China justo cuando las dos naciones intentan reparar sus vínculos comerciales. Se espera que el primer ministro chino, Li Qiang, visite Australia en junio.

Dos buzos de la Marina australiana resultaron heridos en noviembre pasado después de ser sufrir los ruidos de sonar de un buque de guerra chino durante una operación en aguas internacionales en el destructor HMAS Toowoomba.