Bienestar

Trucos para adelgazar a partir de los 50: siestas, colesterol y algún secreto

Cuanto más mayores nos hacemos, más difícil resulta bajar unos kilos. Aquí te traemos algunos consejos sencillos para que incluyas en tu día a día y que te darán mayor vitalidad

Decálogo para cumplir el propósito de adelgazar en 2014
Trucos para perder peso a partir de los 50larazon

Con el paso de los años se pierde plasticidad, y nos cuesta más adaptarnos a los cambios, también a los físicos. El sedentarismo, la falta de tiempo por compromisos y la rutina se instauran en el día a día, y dificultan enormemente mantener unos hábitos saludables.

La preocupación por perder peso reaparece periódicamente en la mente humana con la entrada de las estaciones y fechas señaladas: Navidad y verano. Después de unas fiestas de mucha comida y atracón, llegan los "propósitos de año nuevo", entre los que se suele incluir ponerse en forma, pero que, con mucha frecuencia, se abandonan a las pocas semanas.

Desde los primeros días calurosos de mayo, se activa en muchas mentes la "operación bikini", un intento a la desesperada de compensar en unos meses los malos hábitos y los excesos arrastrados durante todo el resto del año.

Ambas no dejan de constituir un esfuerzo enorme "a toro pasado" y de golpe. Para perder peso, lo mejor no es realizar un sacrificio gigante durante un corto periodo de tiempo, sino construir poco a poco una rutina basada en hábitos más saludables y evitar caer en tentaciones.

Lo más importante para perder peso: el equilibrio

La mejor forma de mantener una línea más definida es a través del establecimiento de una rutina que no sea muy exigente, pero sí más sana. Así, poco a poco, podremos incluir hábitos más saludables al desarrollo normal de nuestra vida, sin que constituyan preocupaciones excesivas, obsesiones o quebraderos de cabeza.

Hay varios aspectos cotidianos que no se deben descuidar: ejercicio, alimentación y sueño. Podemos descansar bien, pero nos alimentamos fatal, o si comer saludable, pero llevar una vida excesivamente sedentaria... unas partes no compensan a las otras, y se necesita de cierto equilibrio para un mayor bienestar y perder peso más fácilmente.

Una cosa hemos de tener clara, y más aún pasada la barrera de los 50 años: lo que llega poco a poco no se puede eliminar de golpe. Para bajar unos cuantos kilos, hay que mentalizarse de que no se va a dar de la noche a la mañana, ni por saltarnos comidas o acabar con agujetas varios días a la semanas.

La mejor forma es establecer unos estándares mínimos (recomendados por los expertos, preparadores y médicos) y procurar cumplir con ellos todos los días. Resulta mucho más sencillo y más fácil de sobrellevar para conseguir el principal objetivo: mantener una vida más saludable (y con ello, bajar de peso).

Basta con seguir ciertas pautas no muy exigentes para establecer un cambio radical en nuestra salud. Al principio pueden costar algo de esfuerzo, pero con el paso de los meses, se notan los resultados: mayor energía y vitalidad, mejor humor y pérdida de peso.

Rutina de ejercicio perfecta para bajar unos kilos

Según el consenso de múltiples organismos de la salud, un humano adulto necesita realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad moderada, o 75 minutos de alta intensidad.

150 minutos semanales implican una media de poco más de 20 minutos al día, lo que, visto así, parece bastante más asequible. Es mejor hacer un poco de deporte todos los días de manera relajada que no practicarlo durante días y luego uno fatigarse en exceso

Algunas actividades aeróbicas pueden ser salir a caminar, montar en bicicleta, bailar o practicar yoga y pilates. La natación, además, contribuye enormemente a mejorar los problemas con los dolores de cuello o espalda.

De la misma forma que hay que mantener un equilibrio entre los tres pilares básicos de la vida saludable, hay que cuidar también de entrenar todas las partes del cuerpo por igual: brazos, pierna y torso.

Incluir una mejora en la alimentación del día a día

A lo largo de los años, se han sucedido una infinidad de dietas milagrosas que han ido pasando de moda: de la piña, del tomate, ayuno intermitente, "keto", etc. Algunas de ellas son demasiado repetitivas o estrictas como para sobrellevarlas fácilmente, así que no son lo más recomendable.

De nuevo, no buscamos un cambio radical para mañana mismo, sino comenzar a despertarnos mucho más vitales en unos meses, y sin demasiado esfuerzo, se busca mantener el hábito en el tiempo.

Aparte de, obviamente, no abusar de los fritos, las grasas y el azúcar, podemos implementar mejoras muy fáciles en nuestra dieta cotidiana. Con la edad, el metabolismo del cuerpo cambia, y comer más fibra (zanahorias, frutas, pasta integral...) ayuda a acelerarlo.

Lo más importante es no saltarse ninguna de las comidas obligatorias del día (desayuno, comida y cena), y tomar alimentos variados y que contengan calcio y vitaminas, así le ahorraremos mucho esfuerzo a nuestro organismo.

Dormir mejor para vivir más

No son tópicos, sino verdades sencillas sobre sencillos pasos para tener mejor salud que muchas veces se ignoran. Un buen descanso es tan importante o más que realizar deporte o alimentarse saludablemente.

Dormir bien también facilita que el metabolismo funcione correctamente. Los excesos de cuando uno es más joven, aparte de que ahora cuestan más, pasan factura con los años.

Todos los profesionales recomiendan no utilizar ninguna clase de pantalla o aparto electrónico durante la media hora previa antes de irse a la cama, porque aceleran demasiado la mente y dificultan la relajación.

Aunque las obligaciones diarias muchas veces no le permiten a uno dormir ocho horas sin interrupción, hay que intentar aproximarse lo máximo posible a esta cifra. Dormir muy poco un día no se compensa con una hibernación de doce horas al día siguiente, ambas son poco o nada beneficiosas para la salud.

Lo mejor es mantener una rutina de sueño, con un número de entre siete y ocho horas, y repetirlo todos los días, incluso los fines de semana. La constancia es fundamental para tener mejores ciclos de sueño.

Otra gran ayuda es crear un clima de relajación en el dormitorio, a lo que suele ayudar no tener el cuarto demasiado desordenado e iluminar con luz tenue la estancia. La habitación debe estar lo más fresca, silenciosa y oscura posible para procurar unas fases del sueño más profundas y de calidad.

Las siestas durante el día son buenas siempre y cuando no superen los 30 o 40 minutos. Si duran más tiempo, empeorarán el descanso que tendremos por la noche, así que no conviene abusar de ellas.

Además, una siesta no compensa en absoluto la falta de descanso del día anterior. De nuevo: se trata de constancia y no de excesos que conlleven altibajos, de establecer una rutina diaria saludable que se trascriba en mayor vitalidad constante.

Si "la paciencia es la madre de la ciencia", ésta última ha demostrado que, efectivamente, lo mejor para perder peso es mantener una rutina saludable y fácil de llevar.