Sevilla

Ganar y ganar, y volver a ganar

El Sevilla se afianza en la segunda plaza al lograr en Pamplona su quinta victoria consecutiva. El Osasuna se adelantó en dos ocasiones, Iborra empató ambas veces y Vázquez, en posible falta, y Sarabia sentenciaron un partido loco

Iborra, autor de dos goles y otro más en propia meta, festeja el 1-1 con Jovetic, su asistente en esa jugada
Iborra, autor de dos goles y otro más en propia meta, festeja el 1-1 con Jovetic, su asistente en esa jugadalarazon

El Sevilla se afianza en la segunda plaza al lograr en Pamplona su quinta victoria consecutiva. El Osasuna se adelantó en dos ocasiones, Iborra empató ambas veces y Vázquez, en posible falta, y Sarabia sentenciaron un partido loco

Es la fiesta que no cesa este Sevilla, un equipo que empieza a asemejarse a ésos que completan grandes hazañas: capaz de ganar incluso sin jugar bien, o jugando rematadamente mal, como hizo en la gélida mañana pamplonica contra un Osasuna que tiene motivos para quejarse del arbitraje. Estrada Fernández validó el decisivo 2-3 tras mediar, antes del remate, un empujoncito del Mudo Vázquez a Oriol Riera. Es lo de siempre: en el Bernabéu o en el Camp Nou, antes se ven volar cerdos que un gol así concedido al visitante, pero en El Sadar y contra el colista... Y conste que la jugada es dudosa.

La grandeza también consiste en esto, o sea, en saberse respetado por el colegiado: en la primera vuelta doblemente de récord firmada por el Sevilla (42 puntos y otros tantos goles marcados), algunos triunfos llegaron gracias a un cuerpo arbitral que ha asumido a los sevillistas como nuevos integrantes de la aristocracia. Esto hay que ganárselo, como todo, y seguro que no es ajena a la buena marcha de las cosas la firmeza discreta de un presidente a menudo estúpidamente tildado de tibio. ¡Qué poco rédito dan la estridencia y la fanfarronería!

Pese a los siete goles, y ya es paradójico, el partido tuvo poco que contar. Apenas esas siete jugadas que terminaron con el balón dentro de la portería, ahí es nada, sacarían al espectador imparcial de un aburrimiento cercano al letargo. Castigo a su galbana inicial, los sevillistas se vieron pronto en desventaja, aprovechar Sergio León un despiste de Mercado. Sin que el vicelíder hubiese hecho aún su aparición por Pamplona, Rico hizo la parada salvadora de rigor para impedir el doblete del delantero de Palma del Río y la consiguiente escapada local. Al portero de Montequinto también le debe Sampaoli buena parte de su éxito, para escarnio de quienes recomendaron el dispendio de Sirigu. Tiene la viña guardado para tres lustros el Sevilla.

Iborra, con una espectacular volea en caballito, golpeó el poste en el primer acercamiento sevillista, Jovetic capturó el rebote y sirvió al valenciano, muy atento en el seguimiento de la jugada, para que empujase el empate a puerta vacía. Quedaba un suspiro para el descanso, pero todo se detuvo hasta la doble aparición del capitán visitante, recién superado el cuarto de hora de la segunda parte. Vicente Iborra tiene deficiencias como centrocampista pero mucho sentido del gol, como descubrió Emery. En el minuto, marcó en propia meta el 2-1 con un preciso remate con el interior del pie; pero en la jugada siguiente, se resarcía al remachar de cabeza una melé en el área navarra.

El Sevilla se había tomado el encuentro casi a título de inventario, igual que las salidas poco provechosas a los campos de los otros dos equipos en plaza de descenso. Con la diferencia de que esta vez, tras esos minutos de locura, disponía de casi media hora para asestar el golpe del KO. Y no iba a desaprovecharla, porque desde el banquillo surgió el pie izquierdo de Sarabia, un suplente aquí de lujo porque sería titular indiscutible en las tres cuartas partes de los equipos de Primera. El madrileño sirvió uno de esos regalos a balón parado para que Vázquez marcase el 2-3. Es cierto que medió un toquecito del ítalo-argentino a su marcador pero, ¿suficiente para anular el tanto? La explicación ha quedado escrita unos párrafos más arriba.

Desesperados, los hombres de Osasuna se lanzaron al ataque para salvar siquiera un punto, con la falta de lucidez del que se sabe pobre y, encima, se siente expoliado. La rabia es mala consejera, sobre todo ante un rival tan cuajado como el Sevilla, que reforzó su centro del campo, ordenó un paso atrás a sus laterales y esperó la ocasión de la sentencia, ejecutada en la prolongación mediante un disparo de Sarabia que entró raso pegado al palo. Kodro acertó a cabecear el 3-4, pero casi no dio tiempo ni a sacar de centro. El Sevilla de Sampaoli bate plusmarcas y camina decidido hacia hazañas inimaginables. A medio camino, ninguna meta parece quimérica.

FICHA TÉCNICA

Osasuna

Entrenador: Petar Vasiljevic HCambios: Riviere H por Sergio León (min 72); Imanol H por Causic(min 73); y Kodro H por Tienza (min 87).

Sevilla FC

Entrenador: Jorge Sampaolo HHCambios: Sarabia HHH por Mercado (min 65);Kranevitter s.c. por Vázquez (min 83); Correa s.c. por Ben Yedder (min 88).

ÁRBITRO: Xavier Estrada Fernández (catalán). Amonestó a Tienza, Torres, N’Zonzi, Oriol Riera, Rami e Iborra.Goles: 1-0 (min 15): Sergio León. 1-1 (min 42): Iborra. 2-1 (min 62): Iborra en propia meta. 2-2 (min 64): Iborra. 2-3 (min 80): Vázquez. 2-4 (min 91): Sarabia. 3-4 (min 93): Kodro. Incidencias: Partido de la 19ª jornada disputado en El Sadar ante unos 20.000 espectadores.