Elecciones andaluzas

Moreno da por “agotada” la era socialista

El líder del PP-A asegura a la presidenta que ya «no engaña a nadie» ni «pilla nada»

El popular Juanma Moreno
El popular Juanma Morenolarazon

«Andalucía necesita un presidente que seré yo»

«Perder le está afectando demasiado, no pilla nada. Andalucía necesita un presidente que voy a ser yo dentro de dos años». Así puso ayer las cartas boca arriba el presidente del PP-A, Juanma Moreno, en el debate sobre la situación política de la comunidad que acogió la Cámara regional. Es más, en uno de los dos turnos de palabra que le permitió la coreografía parlamentaria matizó a la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Si ésta dio por muerto hace unos días el «susanismo», tras perder las primarias del PSOE de manera incontestable, el líder popular aseveró ayer que lo que está «agotado» no es sólo su liderazgo sino el socialismo andaluz, su modelo y unas políticas que ya «no dan más de sí». En definitiva, que el PSOE-A está alcanforado. Moreno criticó con dureza la gestión de un Gobierno autonómico que Díaz ha usado, lamentó, como «herramienta» para sus intereses personales, primero como «trampolín» en su intento por alcanzar la Secretaría General de su partido y ahora como «tabla de salvación», en su repliegue tras el fracaso de las primarias. El máximo dirigente de los populares andaluces afeó a la socialista que con la comparecencia que protagonizó ayer pretendió hacer un «debate de mini-investidura» para inaugurar «una mini-legislatura de dos años», a modo de la etapa del faraón efímero Akenatón, sin tener en cuenta la realidad de la comunidad y sin propuestas de resolución que permitan poner sobre la mesas «alternativas reales». Pero, le advirtió, ya «no engaña a nadie» al conocerse que «sus compromisos de hoy son incumplimientos de mañana». Punto en el que planteó por qué la tienen que creer ahora cuando hace anuncios como el de la bonificación de las becas, mientras el Ejecutivo que dirige debe 300 millones de euros a las universidades; o promesas sanitarias, cuando ha invertido en esa materia 800 millones menos que su antecesor en el cargo, José Antonio Griñán; o se han perdido «907 millones para políticas activas de empleo» debido a «su incapacidad».

La réplica tampoco fue suave. Díaz le respondió que le molesta que siga al frente del Ejecutivo andaluz porque había vinculado «todas sus expectativas de futuro» a la posibilidad de no tener que «enfrentarse» con ella en las próximas elecciones autonómicas. Volvió a encomendarse así, y pese a todo, a su poder ganador.