Más de 14 millones para que los libros de texto sean gratuitos para 67.000 familias de Castilla y León

El Gobierno que preside Juan Vicente Herrera destina más de 14 millones para que los libros de texto sean gratuitos para 67.000 familias de Castilla y León en el próximo curso escolar.

Esta convocatoria, que supera en cuatro millones a la anterior, beneficiará a un total de 52.338 alumnos que pertenecen a los núcleos familiares con una renta inferior a dos veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), que cumplían los requisitos exigidos.

De esta forma el consejero de Educación, Fernando Rey, cumple con su compromiso de que la concesión de ayudas sean ágil y beneficie a los colectivos más necesitados.

Y es que las subvenciones llegarán principalmente a las familias numerosas, a las personas discapacitadas, a las víctimas de terrorismo o de violencia de género.

Por etapas educativas, a los alumnos de Educación Primaria se les otorgaron un total de 31.784 becas -el 61 por ciento del total-, que suponen 7.628.160 euros; y a los de Educación Secundaria Obligatoria 20.554, por importe total de 6.371.740 euros -el 39 por ciento de la totalidad del presupuesto-.

Esta convocatoria supone para la Junta un avance en el compromiso de alcanzar progresivamente la gratuidad total de los libros para todos los alumnos de enseñanzas obligatorias de Castilla y León. Si el curso que ahora finaliza se concedieron ayudas a las familias con rentas inferiores a 1,5 veces el Iprem, para el siguiente, la iniciativa que acaba de resolverse adelanta ese umbral hasta dos veces este indicador.

Dentro de ese umbral, las familias acudirán en primer lugar a los bancos de libros de cada centro, recibiendo ayudas monetarias para su adquisición que no hubieran podido conseguir. Una vez adquiridos, tanto estos libros como los prestados, volverán a los bancos de libros de los centros para repetir el proceso en los siguientes cursos, hasta agotar la vida útil de los libros, que la Consejería de Educación tiene establecida en la actualidad en cuatro años, siempre que antes de transcurrir este periodo no se produzca la pérdida o un excesivo deterioro.