Barcelona

Colau rescinde el contrato de las obras de Glòries pese al rechazo de la oposición

El Ayuntamiento confía en reanudar el nuevo proyecto en enero de 2018 y terminar los trabajos en 2020

El Ayuntamiento paralizó los trabajos tras detectar irregularidades en el transcurso de los mismos
El Ayuntamiento paralizó los trabajos tras detectar irregularidades en el transcurso de los mismoslarazon

El Ayuntamiento confía en reanudar el nuevo proyecto en enero de 2018 y terminar los trabajos en 2020.

Nuevo revés para la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Tras detectarse irregularidades en las obras de la plaza de las Glòries, el Ayuntamiento abogaba por volver a sacarlas a concurso, pero faltaba por ver la reacción de la oposición en la comisión extraordinaria de ayer. El resumen, como de costumbre, es que Colau volvió a quedarse sola. Ningún grupo de la oposición (a excepción de la CUP) dio el visto bueno a la propuesta del gobierno municipal para rescindir el contrato y detener los trabajos. No obstante, la decisión final recaía en Bimsa, la empresa municipal de infraestructuras, que hizo oídos sordos a la oposición. Lo que significa que volverá a convocarse un concurso y volverán a retrasarse las obras.

La teniente de alcalde de Urbanismo y presidenta de Barcelona de Infraestructuras Municipales (Bimsa), Janet Sanz, anunció que el consejo de administración de la empresa municipal acordó por mayorí la rescisión del contrato de las obras del túnel de Glòries, como planteaba el equipo de gobierno. La teniente de alcalde comunicó ayer mismo la rescisión a la UTE formada por Comsa, Copisa y Benito Arnó e Hijos y Romero Gamero. Sanz añadió que esperan recuperar la gestión de las obras de una forma más limpia.

Durante la comisión previa, el grupo Demócrata, PP, C’s y ERC acusaron al ejecutivo municipal de no haber sido capaz de liderar las obras, mientras que la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, defendió que rehacer el proyecto es la mejor manera de recuperar la gestión.

Así, con la excepción de la CUP, todos los grupos de la oposición votaron «no»a la propuesta del gobierno municipal. Para Jordi Martí (grupo Demócrata), interrumpir el contrato actual supondría «beneficiar las constructoras y entregarlas de algunas responsabilidades», al tiempo que apuntó al propio ejecutivo y Bimsa de no haber hecho un «control exhaustivo» de los trabajos. Xavier Mulleras (PP) cuestionó el debate de la comisión porque ve «una coartada por la falta de gestión» del ejecutivo. También tachó al gobierno de «incapaz de gestionar los problemas» Santiago Alonso (Cs), quien reprochó que se pida un «cheque en blanco» a la oposición para «apoyar a dos años de gestión fallida». Desde ERC, Alfred Bosch acusó al Ejecutivo de actuar de forma «irresponsable» y lanzó un aviso con dureza: «No seremos cómplices de su incompetencia; si no saben gestionar, váyanse». Por su parte, María José Lecha (CUP), fue la única en votar a favor porque continuar el proyecto con las empresas actuales no da ninguna «certeza de que todo irá bien». Por ello pidió «ser implacables» y no dejar que las empresas investigadas por la trama del 3% «continúen chupando sangre». El concejal no adscrito, Gerard Ardanuy, de la antigua Convergència, se abstuvo al considerar que cualquier escenario llevará a una rescisión que «debe ser lo más amistosa posible».

En la comisión, el director deBimsa, Àngel Sánchez, defendió que en un escenario optimista después de rescindir el contrato, la reanudación del nuevo proyecto podría hacerse realidad en enero de 2018, mientras que las obras terminarían en enero de 2020.