«El proceso soberanista ha gripado el eje izquierda-derecha»

Entrevista al historiador Joan B. Culla. Su último libro, «El tsunami», analiza el profundo cambio del mapa de partidos en Cataluña durante los últimos diez años.

–¿Qué importancia ha tenido el proceso soberanista en los cambios en el sistema de partidos en Cataluña?

–Mi opinión es que hay tres factores que explican los cambios. El primero es el desgaste natural del sistema y afecta más a los que han gobernado. El segundo es la crisis económica, debido a la aplicación de enormes recortes del gasto público. Y el tercer factor es el proceso soberanista, que, en efecto, altera profundamente las coordenadas del sistema.

–¿Por qué el proceso soberanista parece beneficiar electoralmente a ERC y no a CDC?

–Cuando CDC comienza a girar hacia el independentismo, con grandes dudas de muchas gente sobre la sinceridad de esta maniobra, ERC levanta el dedo y dice: «Bienvenidos, pero nosotros llevamos en este club desde hace 20 años». Es natural que haya dudas sobre la autenticidad del independentismo de CDC en 2010-12 después de años de implicación con los Gobiernos de España. ERC habla de la independencia desde 1993 y, además, la eclosión del movimiento soberanista coincide con una profunda renovación de su liderazgo y con pocas piedras en la mochila en cuanto a corrupción y a recortes.

–Usted concluye que el eje ideológico izquierda-derecha está «bloqueado» en Cataluña.

–Sí. Uno de los efectos del proceso soberanista ha sido gripar el eje izquierda-derecha, que existe pero que no está en primer plano como el eje nacional. Hoy en día, el desenlace del proceso independentista parece inaplazable por el calendario que se ha marcado y, en cambio, asuntos como la justicia social resultan graduables.

–¿La lista de Junts pel Sí es una prueba de la pérdida de importancia del eje izquierda-derecha? ¿Es una anomalía?

–Es una relativa anomalía que se explica fundamentalmente por el peso del eje nacional. Comporta una cierta hibernación del eje ideológico (izquierda-derecha) por el objetivo de la independencia. Ahora bien, la historia mundial está llena de momentos históricos en los que se han hecho coaliciones de gobierno pasando por encima del eje izquierda-derecha.

–¿Por qué ha quedado tan disminuido el espacio del nacionalismo moderado que durante años representó CiU y luego Unió?

–En la medida en que el eje nacional se ha transformado del catalanismo/españolismo a un eje más profundo que es independentismo/unionismo todas las ambigüedades pierden eficacia. Aquellas fuerzas que se habían movido en la ambigüedad del eje catalanismo/españolismo han sufrido. Ha sufrido el PSC, que ha perdido dos terceras partes de su electorado; ha sufrido CDC y ha sufrido UDC.

–¿Y cómo se explica la pujanza de los Comuns, que también se mueve en la ambigüedad en el eje independentismo/unionismo?

–Es una paradoja aparente. Mi impresión es que esta ambigüedad es de corta duración, muy táctica y circunstancial. No veo que esta ambigüedad sea un lugar donde vivir 30 años, como hicieron CiU y PSC.

–Usted opina que un nuevo tripartito es «poco probable» a corto y medio plazo. ¿Por qué?

–Mientras el tema de la independencia no esté resuelto, es muy difícil que ERC, Comuns y PSC formen un gobierno. Sería tanto como juntar a una izquierda independentista al mil por cien, a una izquierda que no se sabe si va o si viene, y a una izquierda que se opone frontalmente. Es impensable. En cambio, si se resuelve, si hay un referéndum, pues ya se vuelve a abrir la posibilidad de estos pactos.

–Dice que el PSC ha experimentado una «PSOEización». ¿La suerte del PSC está fiada a la del PSOE?

–La autonomía electoral de la marca PSC ya es imposible. Ha quedado destruida porque el alma catalanista del PSC ha migrado y, en paralelo, han irrumpido los Comunes.

–¿Cómo se explica el techo electoral del PP en Cataluña?

–En el microclima político de Cataluña no puedes conseguir raíces hondas si funcionas a toque de silbato de Madrid. Todos los líderes del PP catalán han sido designados por Madrid.

–¿Los 25 diputados que ahora tiene Ciutadans tienen una base electoral sólida o volátil?

–Un partido que solo tiene una década de existencia,que no tiene votantes de toda la vida, no puede tener una base sólida.

–¿Y la CUP?

–Su éxito en 2015 es difícilmente repetible y se basó, en buena parte, en el fenómeno David Fernández.