Iñaki Zaragüeta

Puig se refuerza y sorprende

La Razón
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El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, fue reelegido el domigo secretario general del PSPV sin ningún misterio como consecuencia del claro triunfo obtenido en las primarias frente al alcalde de Burjassot, Rafa García. A partir de ahí, Puig compuso los órganos de Gobierno mayoritariamente a su imagen y semejanza, como debe ser. Su actuación y el discurso final integrador esencialmente, con dosis de victimismo frente al Gobierno central como viene siendo tónica general en su mandato, y con una sorpresa para mí respecto al modelo territorial de España. Por ello, distingo tres aspectos.

Uno, como ejemplo de integración eligió a su contrincante en las primarias para el Comité Federal, órgano de dirección del PSOE para toda España, para el que también designó, aquí está el segundo punto a subrayar, al expresidente de la Generalitat, Joan Lerma, y a Ciprià Ciscar, con lo que hacía un guiño claro a su condición de pertenencia a eso que se ha venido a llamar el «lermismo», que durante estas dos décadas nunca se apeó del poder en el seno del PSPV.

Por último, ahí está mi sorpresa, Ximo Puig en su discurso afirmó entre otras cosas que «...España es una nación de naciones, una nación de nacionalidades y no pasa nada...». ¿Qué quería decir con ello? Porque no se puede ser de todo. O se es una cosa u otra. ¿Intentaba cohesionarse con Pedro Sánchez?, ¿le supuraba aquel gen nacionalista que imperaba en algunos sectores del PSPV hace más de tres décadas? Solo él tiene la respuesta. Así es la vida.