Ahora Maestre se desmarca de las acciones de la PAH

La portavoz municipal dijo que no era la vía para conseguir mejoras ciudadanas.

Los que fueran abanderados de las protestas callejeras, la paralización de desahucios o los escraches parece que han cambiado de opinión y, ahora, estas acciones que a menudo acababan con presencia policial de por medio ya no les parecen una buena forma de visivilizar los problemas y cambiar las cosas.

Una de las activistas que hace no tanto apostaba por las reivindicaciones simbólicas polémicas, Rita Maestre, es una de esas personas a las que el nuevo cargo le ha hecho cambiar de postura en varias cuestiones. La portavoz del Gobierno municipal opinó ayer que la okupación de una sucursal de Bankia de la calle Mayor de la capital durante el día de ayer era respetable, pero que «la forma de conseguir mejoras en la calidad de vida de las personas es otra». En la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, Maestre matizó que las acciones «pacíficas» de protesta le parecen «legítimas» pero que no era del todo efectivas. La portavoz municipal hacía referencia así al paso que dieron ella y sus compañeros de facultad al abandonar las protestas callejeras y el movimiento 15-M a formar el partido político Podemos, que ahora gobierna, junto con otras fuerzas, el Ayuntamiento de la capital.

La política de vivienda del Gobierno municipal se ha centrado en la ejecutada por la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS), en las negociaciones con los bancos para conseguir pisos y en el «trabajo arduo» desde el área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo «para que no haya desahucios sin una alternativa habitacional». Para protestar contra los desahucios, miembros de distintas plataformas acudieron a la sucursal de Bankia del número 18 de la calle Mayor con camisetas verdes de la PAH, antifaces del mismo color y carteles con los lemas «Dación en pago» o «Stop Desahucios».

A la entrada de la sucursal desplegaron una pancarta que ponía «Tenemos las llaves de todas las casas». Además de las alrededor de 60 personas encerradas en el interior del local, una veintena de simpatizantes se encontraba en el exterior apoyando la iniciativa. Fueron precisamente éstos quienes originaron problemas con la Policía. Varias patrullas policiales llevaban ya unas horas en la zona pendientes de los activistas hasta que recibieron la orden de ejecutar el desalojo forzoso tras darse por inviable que los activistas abandonaran de forma voluntaria la sucursal bancaria. Finalmente, sí llegaron a este acuerdo. Al parecer, los disturbios comenzaron cuando varios agentes de la Unidad de Intervención Policíal (UIP) procedían a desalojar a los activistas del interior y la tensión en el exterior originó los primeros enfrentamientos entre los activistas y los agentes. Según fuentes policiales, uno de los activistas del exterior golpeó con una muleta a uno de los agentes y otros dos compañeros increparon a los agentes cuando procedían a la detención del primero. Así, la Policía Nacional finalmente procedió a la detención de estas tres personas, a quienes se les acusa de un delito de atentado contra agente de la autoridad.

Por su parte, desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) sostenían ayer que la Policía había cargado con dureza contra ellos y que una mujer «ha terminado en el suelo» tras el altercado producido a la entrada de la entidad bancaria. A pesar de que los simpatizantes de los miembros de la PAH informaban de más detenciones en las redes sociales sí se identificó a más activistas pero sólo hubo tres arrestos.