Fuenlabrada

Fuenlabrada o Aranjuez cobran el doble de impuesto de vehículos que Boadilla y Pinto

Algunos ayuntamientos aplican tarifas dos veces más caras que otros

Fuenlabrada o Aranjuez cobran el doble de impuesto de vehículos que Boadilla y Pinto
Fuenlabrada o Aranjuez cobran el doble de impuesto de vehículos que Boadilla y Pintolarazon

Algunos ayuntamientos aplican tarifas dos veces más caras que otros

Según la ciudad madrileña en la que viva usted, este año volverá a pagar más o menos por el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), antes conocido como Impuesto de Circulación y más popularmente como «numerito del coche». Una diferencia que puede llegar hasta el doble, dependiendo de si vive en Fuenlabrada o Aranjuez en comparación con Boadilla o Pinto.

El IVTM es, junto aI Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el tributo municipal que afecta a más personas cada año, ya que lo pagan todos los propietarios de un vehículo de motor –turismo, camión, autobús, motocicleta, tractor o remolque– el 1 de enero de ese ejercicio, aunque poco después lo vendan o se desprendan de él.

Y es también el primero que empiezan a cobrar los ayuntamientos, la mayoría de los cuales inician el periodo voluntario de pago en marzo y abril, aunque algunos, como Valdemoro y Aranjuez, lo hacen ya a mediados de este mismo mes de febrero.

Este impuesto municipal está regulado por la Ley de Haciendas Locales, cuyo artículo 95 establece cinco categorías de turismos en función de su potencia fiscal, que no coincide exactamente con la mecánica, pero en términos generales ambas tienen una relación directa con el valor del coche: los más caros suelen ser también los que tienen más potencia tanto mecánica como fiscal.

Esas cinco categorías se dividen en tramos para coches con menos de 8, 12, 16, 20 y más de 20 caballos fiscales y para cada una de ellas se fijan cuotas de 12, 34, 71, 89 y 112 euros –en cifras redondas–, repectivamente.

Pero la misma ley permite a los ayuntamientos aumentar al alza estas cuotas hasta multiplicarlas por dos. Por tanto, el Estado fija las tarifas mínimas del Impuesto de Vehículos, pero el recibo final depende de cada consistorio. Una situación que provoca grandes diferencias según cuánto decida aprovechar el gobierno municipal de turno ese margen que les da la Ley de Haciendas Locales.

Éste y otros impuestos municipales los deciden los ayuntamientos a través de sus respectivas ordenanzas fiscales, que modifican o mantienen al final de cada año para que entren en vigor el 1 de enero y permanezcan vigentes durante todo el ejercicio. Así, todos los ayuntamientos madrileños ya han fijado el IVTM que cobrarán a sus vecinos en 2016, una información que figura en sus correspondiente páginas web, aunque en unas de manera más clara y accesible que en otras.

Con esa información de los propios consistorios, una comparativa del IVTM entre las 25 ciudades madrileñas con más de 40.000 habitantes ofrece conclusiones interesantes y, en algunos casos, sorprendentes.

Una decisión municipal

La primera y más llamativa es que algunas ciudades de esta región cobran hasta el doble que otras por un mismo coche. Y esto ocurre porque Fuenlabrada, Aranjuez, Torrejón de Ardoz y Villalba aplican este impuesto al máximo que les permite la ley, mientras que Boadilla y Pinto lo hacen al mínimo, justo la mitad.

Una situación que difícilmente se puede justificar por criterios socioeconómicos, ya que Fuenlabrada y Pinto cuentan con similares niveles de renta per cápita y desempleo, pero uno cobra el doble de IVTM que el otro.

Tampoco responde a razones políticas, ya que Torrejón de Ardoz y Boadilla llevan varios mandatos gobernadas por el Partido Popular y también se da la misma circunstancia. Y tampoco es una cuestión de tamaño, porque la capital está entre las grandes ciudades madrileñas que menos cobran por este impuesto.

Sin embargo, sí se aprecia un tendencia general a que la inmensa mayoría de ciudades de nuestra región que cobran menos IVTM son las que durante los últimos mandatos han estado y siguen estando gobernadas por el PP, como Boadilla, Majadahonda, Alcobendas o Las Rozas. Incluso Pinto, donde los populares dejaron este impuesto en el mínimo y el nuevo Gobierno local –de Ganemos Pinto, marca local afín a Podemos– no lo ha tocado, aunque sí el IBI.

Otro ejemplo es Parla, que hasta este año era otro de los ayuntamientos con el Impuesto de Vehículos al máximo en todas sus categorías. El nuevo equipo de gobierno (PP) ha rebajado ligeramente las que afectan a los coches de gama media y media-baja, en las que se encuadran la mayoría de vehículos.

Por contra, los grandes municipios de la zona sur y del corredor del Henares, donde históricamente más ha gobernado la izquierda, son las que tienen el Impuesto de Vehículos más caro, como demuestra el gráfico de arriba, que calcula la media en euros de las cinco categorías de turismos en los 25 municipios más grandes de la región, incluida la propia capital.

161 euros de diferencia por familia

Según los datos de varias entidades del sector, la familias madrileñas tienen una media de dos coches por hogar. Tomando como ejemplo una que sea propietaria de un coche de clase media y otro de gama media-alta (categorías 3 y 4), en Boadilla y Pinto sólo pagaría por ambos poco más de 161 euros al año (71,94 y 89,61). Si esa misma familia viviera en Fuenlabrada o Torrejón de Ardoz, por esos mismos coches tendría que pagar justo el doble: 323 euros.