Iñaki Zaragüeta

Frenazo al separatismo

La Razón
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¿Ahora qué? ¿No hay empresas interesadas en ganar un concurso a proveer de urnas para la celebración del referéndum ilegal en Cataluña o le conviene a la Generalitat dejarlo desierto y eludir así cualquier riesgo penal? Nunca lo sabremos. A ninguna de las dos partes, empresas y Govern, les conviene hacer méritos parta la inhabilitación en el mejor de los casos o la prisión en el peor.

Otra posibilidad, ahora que está de moda esto de las primarias y de las votaciones generalizadas como símbolo de fortalecimiento de la democracia, es la de organizar asambleas en cada pueblo y barrio y realizar votaciones a mano alzada. Probablemente sería la mejor forma de sacar adelante el pronunciamiento separatista. Como dice mi amigo Rogelio, no sería tan sorprendente sumar un disparate más a los ya protagonizados por Convergència, ERC y demás movimientos dispuestos a delinquir.

Faltan tres meses para el 1 de octubre, fecha propuesta para el «golpe de Estado» y, como dice el refrán, la casa sin barrer. Ni siquiera la mesa de contratación se ha atrevido a homologar la aptitud de las dos empresas aspirantes al concurso. La excusa perfecta para un funcionario «falta de solvencia técnica y de la documentación requerida».

Hay que ver en adelante si Carles Puigdemont y su tutor Oriol Junqueras convencerán a todos los consejeros para firmar un decreto de adquisición directa. Ellos estarán dispuestos a llevar adelante su propósito, pero a su vez deben estar absolutamente convencidos de que el Gobierno de España y los principales partidos constitucionalistas, PSOE y Ciudadanos, adoptarán todas las medidas a su alcance para imponer la Ley. Yo, al menos, lo estoy. Así es la vida.