Palabras de amor

Casillas, Cesc, Juanfran y Pedro han desaparecido del santuario de Lopetegui. Julen tiene gustos y predilecciones. Es su derecho y tomar decisiones forma parte de las responsabilidades del cargo de seleccionador. Ausentes los cuatro de la primera convocatoria del nuevo técnico (8-0 a Liechtenstein en León), el reingreso no será factible si esta Selección persevera en el camino hacia el éxito y se clasifica para el Mundial de Rusia’2018. Italia y Albania son los siguientes obstáculos. Dos partidos fuera de casa la próxima semana en apenas tres días. Dos viajes y un test de personalidad y cualificación en el Juventus Stadium de Turín.

Ausencias y presencias, cuestión de gustos, y Lopetegui no oculta los suyos, los exhibe por encima de estadísticas, minutos jugados y rendimiento. Son significativas cuatro de sus elecciones: Isco, Nacho, Lucas y Morata. El seleccionador admite el debate sobre si es recomendable o no que jugadores suplentes en sus equipos vayan a ser titulares en el suyo. Morata y Lucas entran de lleno en los planes de Zinedine Zidane, juegan a menudo, también Nacho. No hay discusión; ¿pero Isco? Con Casemiro lesionado, el malagueño ha sido desbancado por Asensio y James en las rotaciones, incluso por Kovacic. Ha jugado 38 minutos en septiembre, 55 minutos en lo que va de Liga. Su calidad es contrastable e indiscutible, pero Zidane apenas le utiliza.

Tendrá sus razones para dudar de la fiabilidad del astro en declive, le ve a diario en los entrenamientos, no le convence, no cree en él, o no tanto como en los otros futbolistas. Lopetegui, en cambio, sí. A pie juntillas. «Confío en él. Me gusta». Toda una declaración de amor para revitalizar al alicaído Isco y, de paso, subrayar su autoridad y su personalidad. No es de ideas pasajeras, llamó a Reina y repite. E insiste: «A la Selección vienen los que nos gustan».