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Los radicales se estancan frente al Gobierno moderado de Rajoy

La Razón
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Un mes más, la encuesta sobre intención de voto de NC Report, que hoy publica LA RAZÓN, muestra un escenario de estancamiento del voto populista de Podemos, que, de confirmarse los resultados del sondeo en unas hipotéticas elecciones, apenas mantendría los apoyos recibidos el pasado 28 de junio, aunque, dependiendo del índice de abstención, podría perder hasta 4 escaños o ganar uno. El partido que lidera Pablo Iglesias se beneficia de una alta fidelidad entre sus votantes –la mayor, detrás del Partido Popular–, pero no consigue recuperar los votos perdidos desde su máximo en las elecciones de diciembre de 2015, lo que demuestra el error que supuso su acuerdo de confederación con Izquierda Unida. De hecho, son más los antiguos votantes del partido morado que declaran a día de hoy su intención de votar al PSOE en una próxima cita con las urnas –el 4,5 por ciento– que los socialistas que se cambiarían a Podemos –el 2,4 por ciento–. Es más, el sondeo revela que hay más trasvase de votantes del PSOE al PP –el 5,4 por ciento– que a los dos partidos emergentes. Sin embargo, habrá que esperar a que la crisis que vive la formación de Pablo Iglesias eclosione, en el sentido que sea, para calibrar su impacto en la intención de voto ciudadano y, sobre todo, entre los propios votantes del partido. Aún así, no es posible obviar el hecho, a nuestro juicio relevante, de que por tercer mes consecutivo la izquierda radical supera en las encuestas a los socialistas, que pasarían a ser la tercera fuerza política, aunque gracias a la ley electoral pudieran empatar a escaños con los populistas. Porque el PSOE no sólo no detiene su caída en los sondeos, sino que la acentuaría: de celebrarse hoy las elecciones obtendría el 19,3 por ciento de los sufragios, –con una horquilla de escaños entre 69 y 73, es decir, 12 diputados menos de los que tiene ahora, y eso en el mejor de los casos– quedándose a 17,6 puntos del Partido Popular y a 2 puntos de Podemos. No sólo el año de bloqueo impuesto por el ex secretario general socialista Pedro Sánchez ha perjudicado gravemente al PSOE –pierde un millón y medio de votos con respecto a diciembre de 2015–, sino que las encuestas desmienten las afirmaciones del «sector sanchista» de que sus electores prefieren un partido más escorado a la izquierda y en oposición frontal al Partido Popular. No, lo que nos dice el sondeo de NC Report es que más de una cuarta parte de los antiguos votantes socialistas –el 28,2 por ciento– prefieren engrosar la abstención antes que entregar su voto a otro partido, mucho menos si se trata de una opción de izquierda radical. Es el reflejo del desaliento que impera en los medios del PSOE y que su actual gestora no consigue superar, tal vez porque la solución está en la elección de una nueva dirección que sea capaz de recentrar al partido en la socialdemocracia y devolverle a su posición de referencia de la izquierda española. Finalmente, la encuesta confirma, una vez más, la tendencia al alza del PP, que gana un 8,2 por ciento de intención de voto con respecto a hace un año –casi medio millón de votos–, lo que supondría sumar hasta 159 escaños en el Congreso de los Diputados. No deja de calar, pues, en el electorado la conveniencia para los intereses generales de un Gobierno centrado y moderado, como el que representa Mariano Rajoy, aunque obligado a negociar con la oposición, preferentemente la socialista.