Zaragoza

El primer gran incendio del verano devora 13.500 hectáreas en Zaragoza

La menor intensidad del viento en la tarde de ayer facilitó las labores de extinción en Luna, en la comarca de Cinco Villas
La menor intensidad del viento en la tarde de ayer facilitó las labores de extinción en Luna, en la comarca de Cinco Villaslarazon

El incendio declarado ayer en la sierra de Luna, en la comarca zaragozana de las Cinco Villas, continúa activo y con una importante envergadura, ya que afecta a 13.500 hectáreas, aunque el fraccionamiento en distintos focos y la disminución de la intensidad del viento ha favorecido el control del fuego.

El incendio forestal que se declaró el pasado sábado en la zona de Luna, en la comarca de las Cinco Villas (en Zaragoza), al cierre de esta edición había «quemado 13.500 hectáreas, la mitad terrenos agrícolas y la mitad de pino carrasco», según los datos facilitados al cierre de esta edición por el Gobierno de Aragón. Dada la extensión del incendio, ayer se sumaron más efectivos a la zona. Así a primera hora había ya más de 500 personas y 26 medios aéros trabajando. De ellos, 341 efectivos y los 96 vehículos –de los que 26 son autobombas y seis nodrizas–, de la Unidad Militar de Emergencia que están colaborando en las labores de extinción del flanco derecho del incendio.

Dado el calor, el viento, la densidad de la masa arbolada y la orografía del terreno, por la mañana estaba costando sofocar el incendio. La situación mejoró por la tarde, al registrarse un viento de menor intensidad y al haberse fraccionado el frente del incendio. «En algunos casos esto último no es muy bueno, pero esta vez nos ha ayudado, de hecho, pensábamos que iba a ser peor», explicó a LA RAZÓN un brigadista al terminar su labor. «Hemos hecho ataque directo con agua y con tierra con una técnica que nos permite quitar el oxígeno al fuego. Después hemos abierto zonas de defensa, minicaminos que permiten romper la continuidad del combustible».

A pie de llama a 60-70ºC

Y todo ello cuando en la zona los termómetros registraban 38ºC, y él como el resto de compañeros que trabajan a pie de llama «hemos estado a 60-70ºC», aseguró, de ahí que bebiera «entre siete u ocho litros de agua hoy». «Mi percepción del incendio y la de otros compañeros es positiva, pero con tanto perímetro suele haber reproducciones, por lo que hay que ser prudente», precisó.

Las labores de control del fuego permitieron ayer que la mayoría de vecinos pudieran volver a sus hogares. En concreto, de las 1.500 personas que tuvieron que ser desalojadas de cinco pueblos, unos 1.270 vecinos y turistas de Farasdués, de Biota y de Malpica de Arba retornaron a sus hogares, por lo que quedan 230 personas desalojadas de Asín y Orés, así como alguna persona de la residencia de Farasdués, según los datos facilitados por el Gobierno de Aragón.

Pero ¿pudo sofocarse antes o al menos haber empezado a trabajar antes sobre el terreno? Todo apunta a que sí, ya que este fuego no llegaron a tiempo todos los efectivos ante la demora de medios que teóricamente debían haber estado disponibles semanas antes. «Los helicópteros que han de estar en las bases desde el 15 de junio llegaron el sábado por la tarde a Daroca, la sede más próxima al incendio de Luna», según denunciaron a LA RAZÓN desde la Asociación de Trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra los Incendios Forestales (Atbrif).

Tal es así que los Brif tuvieron que desplazarse hasta la zona en dos coches en vez de ir en helicóptero. «Los dos helicópteros de Daroca llegaron la tarde del sábado, pero al no estar preparados para actuar sobre el terrenos hicieron que lo brif de esta base tuviesen que desplazarse al incendio en coches. Esto retrasó sus labores de extinción, ya que si helicóptero hubieran tardado 40 minutos en carretera tardaron casi tres horas en recorrer la distancia que les separaba del fuego. Es decir, tres horas de tiempo valioso que se perdieron, un tiempo vital para que un pequeño incendio no se transforme en un Gran Incendio Forestal», denunciaron desde Atbrif.

«La situación fue muy similar en el caso de los Brif de Lubia, en Soria –prosiguen–, donde los dos helicópteros (los que hay por base) llegaron después de la alerta, por lo que el personal hizo 400 km en coche para llegar a ayudar sobre el terreno».Y por si esto fuera poco, «ayer uno de los dos helicópteros de Daroca estaba inoperativo por un fallo», añadieron.

Las Brif son unidades helitransportadas especializadas en la extinción de incendios forestales desde el terreno y que son puestas a disposición de las CC AA por parte del Ministerio de Agricultura, organismo del que dependen aunque sea Tragsa la empresa que los contrate. Este año, hubo problemas con la adjudicación del servicio aéreo, ya que el procedimiento no se cumplimentó hasta apenas unos días antes del 12 de junio, lo que está provocando un retraso que ellos consideran inédito e inaudito.

No es la primera vez que pasa esto este verano, el pasado 28 de junio, la Brif de Tabuyo del Monte, en León, tuvo que desplazarse a un incendio en Fabero por carretera ante la falta de helicópteros, tardando 2 horas y 15 minutos, en vez los 25 minutos que se tardan en cubrir esta distancia en helicóptero.

De hecho, a pesar de los distintos ejemplos dados, se sigue sin aprender de los errores. Y ayer, de las 10 sedes de las Brif que hay en todo el país, continuaba «habiendo tres bases sin helicópteros: la de Tabuyo del Monte, la de Palma y la de Tineo (Asturias)», denunciaron desde la citada asociación, que ha convocado una huelga para el 15, 16 y 17 de julio para evitar que la situación siga igual, así como para reivindicar, entre otras cosas, que se les considere bomberos forestales, algo que han demostrado de sobra los brigadistas de las tres Brif en Luna. «Este año no se ha hecho bien la adjudicación por irregularidades. Esto no puede suceder, máxime cuando se sabe cuando empieza la campaña de verano de riesgo de incendio», explicó el brigadista. Ahora bien, en el caso de este Gran Incendio Forestal, ha habido, al menos en su opinión, «una buena coordinación in situ o no tan mala como en otros GIF, hasta nos han conseguido traer un bocata. Aunque siempre es necesario mejorar», concluyó.

El testimonio

«Tardaron cinco horas en mandar un helicóptero a la zona»

Pasadas las diez de la noche del sábado, la Guardia Civil comenzó a desalojar Biota, aunque los vecinos ya habían advertido el peligro mucho antes. «A las dos de la tarde ya se veía el fuego. Por tierra no sé, pero por aire no mandaron un helicóptero hasta las siete, y sólo le vimos echar un viaje», explica Eloy Garrigues, vecino de la localidad. Recuerda el momento en que comenzaron los avisos: «Con el ambiente que había no se podía ni respirar. Todos teníamos que irnos. ¿A dónde nos mandarán?», se preguntaba. «Me dio tiempo a coger algo de comer, a meter el perro en el coche y a pasar a por mis abuelos. Me crucé con un vecino que no tenía cómo irse y también me lo llevé». Su destino era Ejea pero él no permaneció en los espacios habilitados para ellos y pasó la noche en vela con sus amigos y su perro: «No tenía intención de dormir hasta que no volviera al pueblo y viera cómo estaba todo». La información que les llegaba sobre el avance del incendio procedía de sus propios vecinos, aquellos que se quedaron para proteger sus propiedades. «La gente que tiene tractores con cubas se quedaron para ayudar y hacer cortafuegos. Han conseguido salvar la entrada del pueblo y las naves», afirma Eloy. Su granja se ha salvado de las llamas. A la mañana siguiente, la zona de Biota quedó controlada. «Volvimos a las ocho de la mañana. Había muchas cenizas y un olor muy fuerte a humo por todo el pueblo. El fuego se quedó a cien metros de las casas», apunta el biotano. Por Fer González