Comunicación

Mónica Carrillo: «No hay que culpabilizar a las mujeres maltratadas»

Conduce «Contra el silencio» que hoy emite Antena 3 a las 22:30 horas.

La periodista de Antena 3 estrena programa
La periodista de Antena 3 estrena programalarazon

Conduce «Contra el silencio» que hoy emite Antena 3 a las 22:30 horas.

Aunque solo fuera una mujer la que hubiera sido asesinada por violencia de género en 2017, ya sería una tragedia. Lo malo es que, a fecha de 4 de diciembre son 46, dos más que el año pasado, lo que se convierte desde hace demasiados años, en uno de los mayores conflictos sociales de nuestro país. Antena 3 se compromete contra este acto execrable y lanza la acción contra la violencia que se ejerce sobre las féminas, en el que se han implicado todos los rostros de la cadena. Hoy, a las 22:30 horas, tiene lugar el especial «Contra el silencio», con la emisión de la película francesa «Indefensa» (2015) y un debate que será conducido por Mónica Carrillo y en que están presentes expertos y dos mujeres que han sido maltratadas.

–Imagino que presentar este programa, a pesar de la dureza del tema, es uno de sus trabajos más gratificantes.

–Sí, porque me siento muy involucrada en este tema. Después de la emisión del filme basado en hechos reales, que conmocionó a la sociedad francesa, hablaremos con mujeres que han vivido situaciones similares. Me conmueve mucho ofrecerles un altavoz para que expliquen su historia. Es una lacra social. España es pionera en protocolos de actuación. Sin embargo, han fallecido 46 mujeres en lo que va de año. Está claro que en la administración pública, en la judicatura y en la sociedad hay lagunas. Algo estamos haciendo mal, aunque afortunadamente ya tenemos un Pacto de Estado.

–Comenta que «Indefensa» se basa en un caso que ha existido, ¿cómo han reaccionado las víctimas que estaban en el plató?

–Primero, quiero decir que para el espectador va a ser muy fácil y doloroso ponerse en su piel. Las pautas de comportamiento suelen ser similares. En el origen está el control excesivo que ejerce el maltratador. A partir de ese momento el abuso va a más, entre otras cosas, por problemas de alcohol de la pareja. Luego se suceden los ciclos de agresión y el posterior perdón..., pero es injusto reprochárselo o culpabilizarlas porque se sienten muy frágiles desde el punto de vista anímico. Hay muchas que, tras recibir críticas por haberlo abandonado y poner una denuncia, la retiran y regresan con él. Solo reaccionan tajantemente cuando tienen miedo por la integridad de sus hijos.

–Creo que el germen del conflicto está en la educación. En las aulas apenas se aborda este conflicto.

–Es extensible a todas las edades. En las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), únicamente un 1,4 de los ciudadanos cita la violencia de género como uno de los problemas del país. A pesar del gran número de víctimas, me extraña que no salte un resorte y sea una de nuestras preocupaciones.

–Y a no ser que nos toque muy de cerca, ni siquiera las ayudamos...

–En ocasiones, ni la propia familia por múltiples razones, entre ellas, la vergüenza. Apenas un 1 por ciento acuden a la policía. Hay que dinamitar ese silencio cómplice que se teje entre todos cuando vemos a una fémina que está siendo anulada y es sumisa por una relación tóxica en la que depende física y moralmente de su agresor. Me acuerdo que antes se hablaba de «violencia doméstica», lo que puedo calificar casi como un eufemismo. En este caso es muy importante el lenguaje que utilizamos.

–¿Por qué?

–Hay que llamar a las cosas por su nombre para romper las barreras. Es mucho más explícito el término «violencia contra la mujer». En ese sentido, los medios de comunicación tenemos una responsabilidad muy grande. Hay que contar cómo se sienten cuando tiene a su lado a su agresor. Es necesario que sepan que el número para denunciar o informarse, el 016, no solo es que sea gratuito. Desde hace un tiempo no figura en la factura telefónica.

–También tratan uno de los momentos más duros: cuando llega el juicio.

–Es una experiencia muy traumática. Hay ejemplos, como cuando el fiscal le pregunta: «Después de 14 años sufriendo, ¿por qué le ha denunciado ahora?» ¿Qué pueden responder? Muchas se sienten también dañadas en los procesos judiciales. Se encuentran en un entorno hostil e, insisto, les puede la vergüenza de admitirlo públicamente. Se sienten estigmatizadas.

–¿Y que pasa con los hijos?

–La orfandad al perder a su progenitora de esta manera les genera unas taras psicológicas porque han vivido situaciones muy complejas. Y no hay que olvidar que en 2017 han sido asesinados ocho menores por sus padres para hacer daño a las madres. Luego existe una dinámica muy peligrosa que también contamos en el programa. Algunos hijos reproducen los patrones del padre y adopta un papel de dominación con ellas, que vuelven a ser dominadas.