Sociedad

La barriada que se ha convertido en "el Bronx de Sevilla"

La pacífica convivencia en Juan XXIII se ve truncada cada noche por bandas callejeras que campan a sus anchas sin que la Policía frene la escalada de violencia y delincuencia

Incidente de un conductor de un vehículo este fin de semana en la barriada que fue golpeado a otros coches estacionados
Incidente de un conductor de un vehículo este fin de semana en la barriada que fue golpeado a otros coches estacionadosLa Razón

Sevilla, la ciudad cuyo centro histórico enamora a miles de turistas a diario, presume con orgullo de la belleza de rincones icónicos y espacios monumentales únicos. Pero, tristemente, también cuenta con algunos de los barrios más pobres de España sin que comisionados y planes estratégicos sean capaces de cambiar la situación. La pobreza conlleva inseguridad y delincuencia.

La barriada de Juan XIII, en Rochelambert, se caracteriza por ser una zona de la capital hispalense de personas trabajadoras que están viendo cómo la convivencia se está viendo alterada por bandas callejeras sin que la Policía sea capaz de frenar la escala de violencia y delincuencia.

Como en las Tres Mil Viviendas, Los Pajaritos o el Polígono Norte, los vecinos advierten que "el vandalismo se ha normalizado" en Juan XXIII. "Consumo de alcohol en zona comerciales, drogas, carreras de coches, concentración de motos de gran cilindrada, música alta, cantes, gritos, peleas... todo ellos hasta altas horas de la madrugada", denuncian los vecinos a través de las redes sociales, el único desahogo que tienen ante la falta de respuestas por parte de las fuerzas de seguridad y del propio Ayuntamiento hispalense, que ya es conocedor por la reiteración de sucesos.

Incluso se están moviendo los ciudadanos y reclaman "montar un operativo" varias noches seguida y buscar un efecto disuasorio para acabar con las molestias y recuperar la paz y el descanso de las familias de la barriada. "Lamentablemente, es como una guerra, deberíais retomar la zona y que sepan que no es territorio conquistado por ellos y que no puedan hacer lo que quieran hasta altas horas de la madrugada, a veces entrada la mañana ya", le reclaman a los servicios de emergencias.

"Al igual que ellos hacen quedadas para liarla podemos hacer nosotros quedadas para llamar todos a la vez a la policía hasta que se aburran y vengan", agregan. Muchos ponen en el foco en los políticos, "ellos viven en buenas zonas y están bien protegidos. Solo prometen y no hacen nada una vez cogen la poltrona, unos y otros".

El hartazgo es total. "Se ríen de la Policía y de la Ley", lamenta otro residente en la zona. "Aquello es el Bronx", insisten comparándolo con el famoso barrio de Nueva York por el alto índice de delincuencia en sus calles. Existe la sensación generalizada de que "cualquier día pasa una desgracia" y, entonces, será tarde. Y, cómo no, al final es inevitable la ironía y las comparaciones. "Es mas importante ir introduciendo poco a poco la nueva doctrina, como son los aparcamientos para carga de coches eléctricos que siempre están vacíos; muy moderno y progresista en un barrio donde casi el 50% de los ciudadanos lamentablemente su poder adquisitivo no les permite ni tan siquiera llegar a final de mes".