Sánchez, en el final de la cuenta atrás
La decisión del Jefe del Estado es, pues, impecable y se enmarca en el estricto cumplimiento del mandato constitucional.
La decisión del Jefe del Estado es, pues, impecable y se enmarca en el estricto cumplimiento del mandato constitucional.
Algunos de los presentes no pudieron evitar la sonrisa sarcástica cuando, en la Fiesta del PCE del pasado fin de semana, vieron a representantes de Sumar, Más País y Podemos unidos y sonriendo.
La amnistía no es sólo fabricar un falso relato, sino poner en cuestión al propio Jefe del Estado y al mismo sistema democrático español.
Simplemente, Sánchez no tenía réplica posible al candidato popular
El Partido Popular se dispone a dar la batalla con todas sus fuerzas a un gobierno que surja de la indignidad de un pacto que atenta claramente contra la igualdad de los españoles ante la ley.
En el tira y afloja que azota las filas del socialismo patrio a cuenta de la amnistía, hay dos nombres que tienen pendientes a los alineados con cada bando.
La protesta se convierte en un deber para quienes ven en peligro la estabilidad democrática de la Nación y su unidad.
La presentación del último libro del exvicepresidente Alfonso Guerra, uno de los «históricos» del socialismo español, contó con invitados curiosos
En cualquier caso, el recurso al silencio, a la aceptación callada del engendro jurídico no parece que sea una opción.
Las terminales cercanas al PSOE agitan, como contraparte a Alfonso Guerra y Felipe González, a otros nombres como Luis Yáñez o José Antonio Maravall
En el mundo han existido muchos partidos políticos basados en el caudillaje, pero la experiencia dicta que no suelen sobrevivir mucho tiempo a la pérdida del poder.
La presentación del libro de Alfonso Guerra, con Felipe González como otro de los invitados más destacados, ha evidenciado la profunda brecha entre el PSOE de Pedro Sánchez y el de los «viejos», como han dado en llamarlo en Ferraz
No es un asunto baladí admitir que la democracia española, con el Poder Judicial en primera línea, ejerció la represión política y conculcó las libertades ciudadanas en Cataluña.
Se ha presentado como una alternativa a la «derecha mediática». Pero lo cierto es que el nuevo digital lanzado por Pablo Iglesias tiene como objetivo, según antiguos correligionarios, ejercer como «garrote mediático»