Enología
Ribera del Duero remata su quinta mayor cosecha de la historia, 118 millones de kilos
Suponen además un incremento del 12% respecto a la añada de 2022
La Denominación de Origen Ribera del Duero enfila la recta de meta de una vendimia que, con casi 118 millones de kilos de uva recogidos hasta ahora, se convertirá en la quinta mayor de su historia, superada solo por las de 2016 (133,11 millones de kilos), 2018 (125,4), 2020 (123,2) y 2014 (122).
Los 117,7 millones de kilos de uva que se contabilizaban en las oficinas del órgano gestor ribereño, suponen además un incremento del 12% respecto a la añada de 2022, cuando se recolectaron 105 millones de kilos, y un 7% respecto a 2021, cuando las elaboradoras cerraron con 109,9 millones de kilos de fruto en su interior.
Aunque aún quedan abiertas algunas de las 319 bodegas adscritas a este marchamo de calidad vitivinícola, que sin embargo no tienen por qué meter uva, la entrada de fruto en las tolvas ya es casi anecdótica, por lo que el Consejo Regulador ribereño ha dejado de facilitar datos y habrá que esperar al informe definitivo de campaña, que tardará aún unas semanas, para conocer los datos definitivos.
La vendimia en Ribera del Duero comenzó oficialmente el 29 de agosto y ha estado marcada por las importantes precipitaciones en forma de lluvia que cayeron en la primera quincena de septiembre hasta el punto que, de alguna manera, se puede hablar de que ha habido dos recogidas de uva diferentes en las siete semanas en las que se han prolongado estas labores, ha señalado a EFE Alberto Tobes, director de Experimentación de Ribera del Duero.
En la primera fase, influenciada por las fuertes lluvias y el temor a que aparecieran enfermedades fúngicas, como la botrytis, llevaron a que se llevara a cabo una primera recogida de la uva que había llegado ya a un buen punto de maduración y que previsiblemente se dedique a vinos jóvenes y elaboraciones más sencillas.
Los que han optado por esperar se han encontrado con que, después de las contundentes precipitaciones, ha llegado un mes seco y con altas temperaturas que ha frenado ese posible inóculo de botrytis y ha favorecido una maduración final óptima.
"Esta segunda vendimia, que se ha pospuesto en el tiempo, y que ha llegado el golpe fuerte la última semana de septiembre y la primera de octubre, ha entrado una uva de una calidad excelente, tanto sanitaria como físico-químicamente", ha señalado Tobes.
Unos datos que han llevado a evaluar de forma positiva la vendimia de 2023 y a que fuentes del sector reconozcan que están contentos con el resultado de la campaña, aunque puntualizando que habrá que esperar a ver cómo evolucionan los vinos que se elaboren con ella.
✕
Accede a tu cuenta para comentar