Independentismo

“Otoño caliente” en Cataluña: los CDR convocan protestas contra la inhabilitación de Torra

En Jardinets de Gràcia, un lugar simbólico para el independentismo radical en el centro de Barcelona

Protesta de los CDR este jueves en Barcelona
Nueva protesta de los CDR este jueves en Barcelona, tras convocar a través de las redes sociales a bloquear distintos puntos de la Ciudad Condal. EFE/ Enric FontcubertaEnric FontcubertaEFE

La perspectiva de un nuevo “otoño caliente” en Cataluña pese a la pandemia va cobrando fuerza. Los Comités de Defensa de la República (CDR) han convocado ya una protesta contra la previsible inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que este jueves tiene cita ante el Tribunal Supremo. La situación guarda similitud con el año pasado, cuando las protestas en la calle de desbordaron durante días tras la sentencia del “procés” del 14 de octubre.

De momento, los CDR no han fijado fecha porque se desconoce cuándo se dictará la resolución -todo indica que podría ser a principios de octubre, aunque podría darse la situación de que el Supremo rechaza el recurso y por tanto la inhabilitación sería inmediata a partir del jueves-. La convocatoria es a las 19.30 horas en los Jardinets de Gràcia, lugar recurrente para las manifestaciones del independentismo más radical.

La Diada, que se convirtió en la antesala de las hipotéticas protestas que puede haber en Cataluña en las próximas semanas, ya registró algunos episodios de vandalismo e incendios en las calles. Los Mossos d’Esquadra se vieron obligados a intervenir en el centro de Barcelona a última hora de la noche y lograron dispersar rápidamente a algunos manifestantes que iniciaron la quema de algunos contenedores.

En este marco, también cabe recordar que los recientes cambios en el Govern impulsados por Torra han afectado directamente a la conselleria de Interior, que, bajo las riendas de Miquel Buch, había estado en el punto de mira por la actuación de los Mossos d’Esquadra durante las protestas del año pasado. En este sentido, de agitarse otra vez la calle, la respuesta que dé la policía catalana se mirará con lupa.