Salud
Bellvitge recurre a una técnica pionera en Cataluña para la reconstrucción del pezón tras una mastectomía
Se trata de una intervención mínimamente invasiva y ambulatoria de implantación de una prótesis, gracias a la cual las pacientes pueden ver resuelta una de sus principales insatisfacciones en lo relativo al proceso de reconstrucción mamaria
Una de cada ocho mujeres desarrollará un cáncer de mama a lo largo de su vida y el diagnóstico de esta enfermedad es muy traumático, ya no solo por el impacto que ello supone para la salud de la paciente y su bienstar, sino porque en ocasiones el tratamiento del tumor requiere de una mastectomía o extirpación del pecho.
Hay mujeres para las que ello no supone un problema, pero en la mayoría de casos existe el deseo de recurrir a la cirugía para poder reconstruir la mama afectada y recuperar, en la medida de lo posible, la imagen y estética previas a la mastectomía. “Para muchas pacientes es vital y les ayuda a pasar página una vez han acabado con todos los tratamientos”, comenta al respecto la doctora Anna López Ojeda, jefa del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), quien al respecto indica que “ello les permite no acordarse cada día, cuando se miran al espejo, que han pasado un cáncer”.
En este contexto, el hecho de que ya desde hace años la paciente pueda salir del quirófano tras la cirugía del tumor con la mama afectada reconstruida es clave. Sin embargo, habitualmente, tras una mastectomía no suele ser posible conservar el pezón, por lo que, tras un tiempo prudencial, que se determina en función de los tratamientos complementarios a los que se debe someter la paciente, tras la reconstrucción de la mama es necesario hacer lo propio con el pezón.
“Cuando hemos acabado con todos los tratamientos es cuando nos podemos plantear la reconstrucción del pezón y, hasta ahora, lo que hacíamos era usar la misma piel de la mama reconstruida para darle forma y darle la proyección propia del pezón y, posteriormente, recurríamos a la micropigmentación para darle color”, explica la doctora López Ojeda, quien sin embargo apunta que “con esta técnica, con el tiempo y la presión de los sujetadores, esta proyección se va perdiendo y muchas veces se aplana completamente, porque al final no deja de ser piel”.
Ante este contratiempo, la única alternativa existente hasta ahora era la de jugar con la micropigmentación y las sombras para tratar de crear un efecto 3D y simular así la proyección propia del pezón, pero en realidad ese volumen no existía. Al respecto, la doctora indica que “la reconstrucción del pezón ha sido el gran hándicap, como demuestra la encuesta de satisfacción que hicimos a las pacientes para valorar si éstas estaban contentas con la micropigmentación y la mayoría de pacientes coincidían en que su principal insatisfacción residía en el hecho que ese pezón no mantuviera la proyección con el tiempo”.
Así pues, cuando el equipo del servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del HUB tuvo conocimiento de que una cirujana gallega especialista en Patología Mamaria, Cristina Varela Mas, había desarrollado un implante costumizado para hacer la reconstrucción del pezón vio una oportunidad para ofrecer una solución a sus pacientes con mastectomía. Se trata de una prótesis de polietileno no poroso, un material biocompatible, que se personaliza para cada paciente, y para su implante solo es necesaria una cirugía muy sencilla, que se realiza de forma ambulatoria con anestesia local.
Fue hace unos seis meses cuando, por primera vez, los especialistas del HUB llevaron a cabo la reconstrucción del pezón de una paciente con esta técnica, pionera en Cataluña. Entonces, en un primer momento, se procedió a la reconstrucción de la mama de esta mujer y cuando ésta finalizó todos los tratamientos indicados, se procedió a implantar bajo la piel la prótesis de pezón, hecha a medida. “En las primeras semanas tras la intervención, la piel se va adaptando al implante para acabar creando el relieve del pezón, pero al ser la piel de la mama, posteriormente también es necesario recurrir a la micropigmentación para dar color a la zona”, una fase del proceso en la que ahora se encuentra la paciente de Bellvitge
Y, pese a que como pone de relieve López Ojeda, por el momento “las candidatas ideales para esta técnica son aquellas pacientes con una mastectomía cuya reconstrucción de la mama se ha hecho con una prótesis y no con el tejido propio, puesto que probablemente, en ese último caso, con el tiempo la prótesis se acabe hundiendo en la grasa de la propia reconstrucción, y que no han tenido que someterse a radioterapia, ya que los tejidos irradiados cicatrizan peor”, lo cierto es que “están empezando a salir otros implantes y en breve tendremos más opciones o alternativas más indicadas para otros tipos de reconstrucción”. Además, recuerda la doctora que “ahora acabamos de poner en marcha esta técnica en Bellvitge y, a medida que vayamos adquiriendo más experiencia, es posible que ampliemos sus indicaciones”.
En cualquier caso, ya se está estudiando que esta intervención forme parte de la cartera de servicios del hospital en los próximos meses.
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