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Guillermo Saccomanno gana el premio Alfaguara con una metáfora sobre la degradación social

El escritor argentino ha ganado este galardón con la novela «Arderá el viento»
Guillermo Saccomanno gana el premio Alfaguara con una metáfora sobre la degradación social
El escritor Guillermo SaccomannoLa Razón
Javier Ors

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El escritor argentino Guillermo Saccomanno (Buenos Aires, 1948) ha ganado la XXVIII edición del Premio Alfaguara por su novela «Arderá el viento». Guillermo Saccomanno, con un claro perfil intelectual, que ha cultivado desde el columnismo, es un autor versátil, permeado por la filosofía y textos de clara condición existencialista o incluso religiosos. Ha cultivado con éxito géneros tan dispares como la poesía y el guion de historietas,  donde su nombre es una referencia. «No soy de los escritores que piensan las novelas capítulo por capítulo, voy avanzando según las frases y las situaciones», reveló ayer después de conocer el fallo. Es autor de novelas como «Roberto y Eva. Historias de un amor argentino» y «Cámara Gesell», que recibió el Premio Hammett 2013, y un poemario de gran relieve como «Partida de caza».
La obra, según informa la editorial, se centra en los Esterházy, una pareja excéntrica sin un pasado claro claro, que llegan a un pueblo de la costa argentina y comienzan a regentar un antiguo hotel. Estos dos seres, junto a sus hijos, producen el efecto de una partícula enfermiza que se introduce en las grietas de una sociedad pequeña y arrasa con su dinámica cotidiana, aparentemente calma. La pareja resulta ser un amplificador de los prejuicios, los deseos ocultos, las supersticiones, los temores y la violencia larvada en muchos de los habitantes del pueblo. 
La historia comienza con una frase que apela a la acción y que engancha la lectura: «El cadáver amanecerá en un barrial del sur, cinco impactos de 9 mm. No nos vamos a poner a detallar dónde le acertaron los balazos, si en el pulmón izquierdo, en el hígado, donde sea. Detallar los impactos no aclara demasiado el asunto». Guillermo Saccomanno reconoció, tras conocer el fallo que este libro «es una metáfora de la condición humana, de su degradación, de la hipocresía». Él mismo, refiriéndose a su texto, aseguró que «la violencia está presente todo el rato, es un componente de todos los días, en una sociedad donde el capitalismo nos encamina hacia el abismo. Pero hay que vivir siempre con la esperanza entre los dientes».
El jurado ha estado constituido por la escritora Leila Guerriero (Argentina) y el escritor Manuel Jabois (España), la directora de cine y guionista Paula Ortiz (España), y la librera Andrea Stefanoni (España), dueña de la librería madrileña La Mistral. Juan Gabriel Vásquez actuó como presidente y Pilar Reyes, directora de la editorial Alfaguara, participó con voz pero sin voto. Para ellos esta obra «está escrita en un estilo parco y de una rara intensidad, la novela es la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo».
Este galardón, que el año pasó ganó Sergio del Molino por su obra «Los alemanes», está dotado con 160.000 euros y una escultura realizada por el artista Martín Chirino. Para este año se han recibido 715 manuscritos, de los cuales, 322 han sido enviados desde España, 93 desde Argentina, 110 desde México, 89 desde Colombia, 38 desde Estados Unidos, 25 desde Perú y 21 desde Uruguay.
Entre los autores que han ganado este reconocimiento, sobresalen Laura Restrepo, Guillermo Arriaga, Patricio Pron, Jorge Volpi, Ray Loriga, José Ovejero, Pilar Quintana, Manuel Vicent, Clara Sánchez, Santiago Roncagliolo, o Juan Gabriel Vásquez, que, precisamente ahora ha publicado su último trabajo.

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