Eurocopa

Eurocopa 2020

Las arriesgadas (y acertadas) decisiones de Luis Enrique

El seleccionador ha tomado decisiones discutidas en principio, pero que los resultados han demostrado que eran correctas

El seleccionador español, Luis Enrique, en el último entrenamiento en la Ciudad del Fútbol
El seleccionador español, Luis Enrique, en el último entrenamiento en la Ciudad del FútbolRodrigo JiménezEFE

El camino de España en la Eurocopa ha estado marcado por las decisiones de Luis Enrique desde que anunció la lista de convocados sin Sergio Ramos. Decisiones arriesgadas, muchas veces en contra del pensamiento mayoritario, pero sólo hay un seleccionador y es él. Y los resultados le están dando la razón.

Sergio Ramos era el capitán del equipo y perseguía el récord de partidos internacionales con una selección. No hace tanto anunciaba que le gustaría jugar hasta el Mundial de 2026. «No le habéis entendido, quería decir hasta 2046», bromeaba después el seleccionador. Pero Sergio Ramos se quedó fuera de la lista de convocados a pesar de que Luis Enrique dejó sin cubrir dos plazas de las que permitía la UEFA y su ausencia fue un terremoto de la categoría del que generaron la decisión de Luis Aragonés de dejar de contar con Raúl y la suplencia de Casillas en la Eurocopa de 2016 con Del Bosque como seleccionador.

Luis Enrique apostó por una plantilla más corta. Fue el único seleccionador que no completó las 26 plazas que permitía la UEFA debido a la pandemia. Aunque sólo se pueden inscribir 23 por partido, lo que hace que España sólo tenga que hacer un descarte. Y en los dos primeros partidos el positivo de Busquets en coronavirus hizo el descarte por el seleccionador. Hasta eso le ha ido bien. La Roja no ha tenido lesiones como otros equipos que hayan hecho necesaria una plantilla más amplia.

Luis Enrique ha insistido en sus decisiones más discutidas. Como la de esperar a Busquets después de su positivo. «No lo quiero esperar, lo voy a esperar», advirtió. Y lo hizo. Era un riesgo, a pesar de que el capitán era asintomático y estaba entrenando en su casa. El virus es imprevisible y faltaba la confirmación del negativo en el décimo día de su cuarentena. Pero el seleccionador tuvo paciencia y confianza a pesar de que cabía la posibilidad de perder al segundo capitán en apenas una semana.

Busquets regresó contra Eslovaquia y fue elegido el mejor jugador del partido. Igual que contra Croacia. Desde entonces España ha funcionado mejor y ha encontrado al líder que estaba buscando. Porque esa otra de las dudas que surgían sobre la selección. Era un equipo demasiado joven, sin experiencia, que nunca había afrontado partidos de la importancia de los que se ha encontrado en esta Eurocopa.

Pero a pesar de su juventud, los futbolistas han respondido bien. Demostraron su carácter contra Croacia, dando la vuelta al partido dos veces. Y lo volvieron a demostrar en la tanda de penaltis contra Suiza. Traspasaron el miedo a los rivales, a pesar de que desde los once metros habían derrotado a Francia.

Ningún futbolista representa mejor ese crecimiento emocional que Unai Simón. La titularidad del portero del Athletic estaba siendo discutida después de algunos errores en los partidos anteriores a la Eurocopa. Y el primer gol de Croacia parecía dar la razón a los críticos.

Pero Unai se rehízo en el mismo partido. «Unai ha dado una lección para cualquier niño que quiera ser futbolista. Después del error que hemos cometido ha hecho paradas increíbles y ha demostrado la personalidad necesaria», aseguraba después del partido el seleccionador.

Pero la confirmación de que la elección era la correcta llegó en la tanda de penaltis contra Suiza. Detuvo dos y otro lo lanzaron fuera los suizos. Y al finalizar el partido se abrazó al seleccionador.

La selección empieza en Unai y acaba en Morata. Es de lo poco seguro en las alineaciones de Luis Enrique. Aunque Morata también ha sido discutido, el seleccionador lo ha defendido desde los primeros pitos en el estadio Metropolitano en el amistoso contra Portugal. «Si falla Morata las que ha fallado Gerard Moreno, lo empalamos», llegó a decir después del partido contra Suiza. Hasta ahí ha llegado su defensa del delantero, que fue abrazarlo cuando marcó contra Polonia el día después de que afirmara que iban a jugar «Morata y diez más».

«Cuando desaparece la palabra ego y aparece la palabra equipo es maravilloso», reconoce el seleccionador. Y eso es lo que ha conseguido con España.