Casi un minuto: el extravagante penalti más largo del mundo

Lanzar desde el punto de penalti puede parecer algo sencillo aunque en ocasiones se convierte en todo un reto. Los once metros que separan el punto a la linea de gol solo se encuentran obstaculizados por el portero o la mala puntería del lanzador algo que, a priori, no supone grandes inconvenientes.

Muchos han sido los lanzadores que han pasado a la historia del fútbol por marcar un penalti, o fallarlo. Los aficionados del Deportivo todavía maldicen aquella mala suerte que les alejó en el minuto 90 del título de liga tras un error hace más de 25 años de Djukic.

Hay auténticos especialistas desde el punto de penalti. Cristiano Ronaldo es uno de ellos y su fiabilidad desde los once metros se ha convertido en todo un clásico dentro del mundo del fútbol. Aun así, el astro portugués también cuenta con fallos desde esta distancia, algo que ha perseguido en ocasiones a Leo Messi y otros cracks de este deporte.

En España se entrenó allá por el 2005 un film muy recordado por los amantes del balompié. Fernando Tejero emulaba en el largometraje “El penalti más largo del mundo” a un portero de fútbol que por desgracia se encargaba de intentar atajar un lanzamiento desde el punto fatídico muy importante para sus amigos y que se convierte en toda una odisea para los protagonistas.

Pero la realidad en ocasiones supera la ficción y eso ha sido lo ocurrido en Japón. Las redes han estallado y reído con lo ocurrido durante un partido de fútbol en el país nipón donde uno de los jugadores es capar de tardar casi un minuto en lanzar un penalti.

El penalti más largo del mundo

En el Torneo Nacional de Fútbol de Escuelas Secundarias de Japón, que se celebra en varias sedes del área metropolitana de Tokio, Ryutsu Keizai Ogashi y Kindai Wakayama disputaban un encuentro que tras finalizar 1-1 se decidiría en la tanda de penaltis.

Las redes no han tardado en replicar el curioso lanzamiento de uno de los jóvenes. Este tras el pitido del arbitro decide ejecutar el lanzamiento de forma muy curiosa, primero sin moverse y después con movimientos que tratan de despistar al portero.

La tecnica empleada resulto efectiva y el lanzador consiguió el objetivo de anotar un gol decisivo para su equipo en las siempre complicadas tandas de penaltis. Por desgracia, tras toda la parafernalia empleada y revuelo causado el gol no sirvió para nada y el equipo caería en el global de la tanda.