ETA
Pretenden convertir en víctima al autor del primer asesinato de ETA
Quieren reabrir políticamente el caso para convertir en “héroe” al pistolero que mató al guardia Pardines
La familia de Txabi Etxebarrieta, el etarra autor del primer asesinato de la banda en la persona del guardia Civil José Pardines, ha iniciado los trámites para que se reconozca "la vulneración de derechos humanos" que sufrió el terrorista, ya que, según ellos, fue “ejecutado” al ser detenido en un control de la Benemérita.
Los testimonios hasta ahora conocidos, y las diligencias judiciales, dicen que se trató de un tiroteo entre los agentes de un control de la Benemérita establecido para localizar y detener a los autores del crimen; además, no se entiende que, si fue una “ejecución”, fueran los propios guardias lo que trasladaran al etarra al hospital para que pudieran ser atendido y salvaran su vida, aunque, finalmente falleció.
Según publica Noticias de Álava, la familia del pistolero ha hecho pública una nota para anunciar que ha iniciado los trámites de solicitud al procedimiento de la Ley 12/2016, de 28 de julio, de reconocimiento y reparación de víctimas de vulneraciones de derechos humanos en el contexto de violencia de motivación política en la Comunidad Autónoma Vasca.
Según la familia, han sido dos los principales motivos que les ha impulsado a iniciar este proceso. El primero, que el informe Retratos municipales de la Memoria que el Gobierno Vasco publicó en 2016 sobre vulneraciones del derecho a la vida, en lo que respecta a Txabi Etxebarrieta decía: "Se trata de un caso con insuficiente clarificación y versiones contrapuestas". El segundo, que por primera vez en 50 años la familia ha podido acceder a documentación oficial hasta la fecha desconocida y que, a su entender, arroja luz sobre este caso en el sentido que siempre ha sostenido: que una vez reducido y desarmado, Txabi Etxebarrieta fue ejecutado. ¿Por eso le trasladaron aún con vida al hospital, donde falleció?.
Txabi Etxebarrieta fue el autor del primer asesinato por parte de ETA y se convirtió también en la primera víctima de la banda. El 7 de junio de 1968 Etxebarrieta mató en Gipuzkoa de un tiro al guardia civil de Tráfico José Pardines, que paró el coche, que había sido robado, en el que viajaba junto con otro miembro de ETA.
Desde hace tiempo, el entorno proetarra han mantenido que la muerte fue una ejecución”, pese a las declaraciones del otro etarra de la célula, Iñaki Sarasketa, que dijo en su momento: "de la misma manera que las centraminas le habían puesto eufórico, dos horas después le hundieron en un ataque de pánico. Salimos de la casa y nos detuvo una pareja de la Guardia Civil. Los dos llevábamos una pistola en la cintura. Primero me cachearon a mí y no la notaron. Recuerdo que el guardia civil que registraba a Txabi lanzó un rugido. Y después, una escena típica del oeste, de las de a ver quién tira primero... El guardia civil disparó antes que yo y salí corriendo.”.
En la causa judicial que se abrió a raíz de esta muerte, se abunda en esta versión: “se produjo un fuerte forcejeo al intentar empuñar Francisco Echevarrieta su pistola, seguido de un tiroteo en el que participó este último, muerto al ser alcanzado, Ignacio Sarasqueta y los componentes de la pareja. Se han recogido, en el lugar del suceso, vainas de los dos calibres ya expresados (la de los etarras) y otras de 9 mm corto, correspondientes a las armas de los guardias”., según han confirmado fuenets de la Benemérita.
Es decir, lo que fue un tiroteo, fruto de las investigaciones, se pretende convertir ahora en una “ejecución” dentro de la estrategia, según fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN, de “blanquear” la siniestra historia de ETA.
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