Aragón: Azcón hará una "reestructuración inmediata" y descarta adelanto electoral tras la salida de Vox

Aragón cuenta ahora mismo con un vicepresidente y un consejero de Vox en el Gobierno que lidera el PP, con Jorge Azcón de presidente. Y la intención del propio Azcón es hacer una "restructuración inmediata" ante la salida de los miembros de Vox del Ejecutivo autonómico, sin plantear ningún adelanto electoral. El partido de Santiago Abascal saldrá del Gobierno autonómico, pero continuará condicionando la gobernabilidad de Aragón ya que cuenta con siete escaños en las Cortes y el PP tiene 28, mientras que la mayoría absoluta está situada en 34 parlamentarios (hay 67 escaños).

La parte del PP del Ejecutivo de Aragón subraya que, hasta ahora, se están "cumpliendo" todos los acuerdos de Gobierno pese a las "diferencias" que hay entre ambas formaciones y, de hecho, recuerdan que no incluía nada de migración. Cabe recordar que el reparto de 347 menores migrantes ha sido el motivo que ha llevado a Vox a romper los gobiernos autonómicos con el PP. En total, Aragón va a acoger a 20 menores migrantes.

"El presidente del Gobierno de Aragón anunciará de forma inmediata, sin ningún tipo de vacío temporal, la reestructuración", ha señalado la portavoz del Gobierno aragonés, Mar Vaquero. "Nosotros (por el PP) vamos a gobernar", ha añadido la también vicepresidenta, quien ha defendido que hasta ahora, en casi un año de Gobierno, ha habido una gestión "eficaz", cumpliendo los compromisos y acuerdos con Vox.

En todo caso, Vox ocupa ahora la vicepresidencia primera, que incluye la cartera de Despoblación, y la consejería de Agricultura. Saliendo del Ejecutivo, perdería ambos departamentos, que son claves en el discurso del partido de Abascal de apoyo al mundo rural. Con la salida de Vox del Ejecutivo, cabe ver cómo se recomponen las mayorías, aunque está por ver si los de Abascal continúan predispuestos a llegar a pactos desde fuera del Ejecutivo. Si no, también es verdad que el PSOE de Aragón, con Javier Lambán de líder, puede ser mucho más proclive a llegar a acuerdos que permitan salvar determinadas materias durante la legislatura, a la que le quedan tres años.