Hacia el acuerdo

Sin acuerdo sobre Gibraltar pero con avances sobre el uso del aeropuerto

Todas las partes destacan el ambiente "constructivo" y recaban un compromiso de acuerdo en las "próximas semanas", pero no se atreven a ponerle fecha

Hay una vieja máxima en las relaciones internacionales que asegura que “nada está acordado hasta que todo lo esté”. Por eso, tras la reunión que ha tenido lugar este viernes en la capital comunitaria para desatascar el acuerdo sobre el Peñón de Gibraltar, nadie parece atreverse ni a fijar un plazo sobre cuándo habrá fumata blanca ni a dar pistas sobre los progresos, a pesar de que todo apunta a que el acuerdo está muy cerca de firmarse.

Tras el encuentro mantenido entre España, Reino Unido y Gibraltar, auspiciado por la Comisión Europea, todas las partes han emitido un comunicado conjunto en el que explican que “las negociaciones se han celebrado en una atmósfera constructiva y se han conseguido avance significativos. Se han acordado líneas políticas generales, incluyendo sobre el aeropuerto, bienes y movilidad”. Al ser preguntados sobre los detalles de estos progresos, tanto el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo como el ministro de Exteriores español, Fabian Picardo, han declinado dar más información. El ministro de Exteriores británico, David Cameron, ha abandonado Bruselas sin realizar declaraciones a los medios de comunicación.

Cuando Reino Unido decidió divorciarse del club comunitario, los Veintisiete decidieron que cualquier decisión sobre el Peñón de Gibraltar debía dirimirse entre España y Reino Unido. El 31 de diciembre de 2020, las dos partes sellaron el denominado Acuerdo de Nochevieja. En este memorándum se prevé al supresión de la Verja y la entrada de facto de la Roca en Schengen. Esto obliga a que los controles fronterizos deban trasladarse al puerto y al aeropuerto.

Tras este acuerdo provisional, las dos partes pactaron seguir negociando los detalles. Uno de los puntos más conflictivos reside en qué agentes serán los responsables de realizar los controles en el puerto y el aeropuerto. Ante la negativa británica a que fueran efectivos españoles, al tratarse de un territorio británico , nuestro país propuso que esta tarea recayera de manera provisional en agentes de Frontex, la agencia comunitaria para el control de fronteras. Después de que Londres y Madrid lleguen a un acuerdo, la Comisión Europea deberá firmar el memorándum final con las autoridades británicas.

Aunque todo indica que el pacto está a punto de caramelo, las dos partes no han querido dar plazos sobre cuándo pueda estar listo. “Nos quedan algunas semanas de trabajo”, ha asegurado el ministro de Asuntos Exteriores, Jose Manuel Albares quien no ha querido confirmar si la fumata blanca puede llegar antes de las elecciones europeas del 9 de junio o antes de que el actual Ejecutivo comunitario termine su mandato en otoño. “A mí me gustaría que el acuerdo fuera mañana”, ha asegurado Albares.

A pesar del tono constructivo de las negociaciones, las partes no se han citado para un nuevo encuentro. Lo único que está claro es que la discreción será la máxima y que los negociadores han acordado no dar detalles, para evitar que cualquier traspiés de al traste con unas negociaciones que se han retrasado más de lo previsto. “La Comisión Europea y España están perfectamente alineados hemos acordado que en las próximas semanas todos los textos que intercambiemos sean textos conjuntos”, ha explicado el titular español.

Picardo también ha ratificado este ambiente constructivo. “Hoy ha sido un día muy positivo e ilusionante. El trabajo que hemos realizado ha sido constructivo y el ambiente no podía ser mejor”, ha asegurado el ministro principal de Gibraltar. “Nos espera un futuro muy positivo si en los próximos días conseguimos finalizar las negociaciones sobre un texto legal que refleje las líneas políticas generales que hemos acordado hoy”, ha resumido Picardo tras el encuentro.

Aunque Bruselas siempre ha sido respetuosa sobre los tiempos y el fondo del acuerdo, en la capital comunitaria se percibe un sentido de urgencia para dar un carpetazo definitivo a las negociaciones. Las próximos comicios europeos y la convocatoria de elecciones generales en la segunda mitad del año aconsejan cerrar este pacto lo antes posible, para que estos acontecimientos no retrasen aún más el acuerdo.