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OPINIÓN: Saber ser Rey

La Razón
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Los republicanos, mejor dicho los antimonárquicos, lo tienen difícil en España. Por eso aprovechan cualquier oportunidad para atacar a la Corona bien desde la derecha, bien desde la izquierda. Lo hacen porque salvo los tópicos falsos –por ejemplo, «que la monarquía es cara», cuando es la más barata de Europa y el Rey un lujo para la diplomacia española–, o bien desde el prejuicio ideológico –«la república es más justa, porque al presidente lo elige el pueblo» cuando el papel de la monarquía no es la acción de gobierno, sino una garantía de unidad y la representación institucional del Estado.
Don Juan Carlos se lo ha puesto muy difícil porque en toda su trayectoria no hay un ápice que desmerezca su trabajo. Su capacidad para la diplomacia está más que contrastada día a día. Por mi parte, jamás le agradeceré lo suficiente al presidente Revilla la oportunidad que me dio para conocer al Rey y hablar con él durante un rato. Sencillamente me fascinó y les aseguro que, como ya he dicho en otras ocasiones, detrás de esa voz tantas veces imitada se esconde una gran profesionalidad y una gran claridad de ideas.
Este año, con más motivo si cabe, haré como los otros: plantarme junto a mis hijos y mi mujer a escuchar su mensaje, en el que siempre se acuerda de las víctimas del terrorismo, incluso cuando los políticos no lo hacían. Aprovecharé para explicarles a Maribel, Pepe e Irene, que a quien escuchan es a un hombre bueno al que hay que querer, porque él es para todos un ejemplo. Papá y mamá brindan en Nochebuena por la familia, por España y por el Rey.