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Suecia

Suecia reabre el caso contra Assange por una presunta violación

La fiscal superior adjunta Eva-Marie Persson, que activará la orden de arresto europea, aludió al cambio en las circunstancias personales de Assange

Julian Assange, durante su estancia en la embajada de Ecuador en Londres /Efe
Julian Assange, durante su estancia en la embajada de Ecuador en Londres /Efelarazon

La Fiscalía sueca ha reabierto el caso por un posible caso de violación contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

La situación de Julian Assange cada día se va volviendo más compleja. Desde que el mes pasado fuera arrestado por la fuerza por agentes británicos en la Embajada de Ecuador en Londres, las batallas legales a las que tiene que hacer frente el fundador de WikiLeaks se van multiplicando.

A los problemas con las autoridades británicas –por romper las condiciones de libertad bajo fianza– y estadounidenses –que le reclaman por publicar documentos secretos– se suman ahora los que afronta con la Fiscalía sueca. Estocolmo reabrió ayer el caso por unos supuestos abusos sexuales que el australiano siempre ha negado, dos años después de cerrarlo y a quince meses de que prescriba el último de los delitos por los que el «hacker» ha sido investigado.

Assange, de 47 años, se refugió en 2012 en la embajada de Ecuador en Londres precisamente para evitar la extradición a Suecia. Pero la nueva Administración de Quito le retiró el asilo diplomático y, tras ser detenido, un tribunal británico le condenó hace dos semanas a 50 semanas de cárcel por violar las condiciones de libertad condicional.

Desde entonces, se encuentra en la prisión de alta seguridad de Belmarsh. Según explicó la fiscal superior adjunta de Suecia, Eva-Marie Persson, al frente del caso, con esta nueva situación se dan las condiciones para presentar una nueva orden de detención en ausencia en los tribunales suecos y una orden de arresto europea.

Persson recordó que la investigación no había sido suspendida por falta de pruebas, sino por la imposibilidad de que progresase, y resaltó que los tribunales suecos han concluido en varias ocasiones que las sospechas contra Assange tienen el mayor grado de verosimilitud.

«No es posible predecir el resultado del proceso, pero considero que una investigación preliminar puede realizarse de forma paralela al caso en el Reino Unido», señaló Persson, quien cree necesario un nuevo interrogatorio, aunque se mostró partidaria a hacerlo por videoconferencia.

El proceso en Suecia se reactivó al pedir la abogada de una de las denunciantes, Elizabeth Massi Fritz, la reapertura del caso tras la detención de Assange. Fritz se mostró satisfecha con la decisión de la fiscal y sostuvo que esto demuestra que «nadie está por encima de la ley, ni siquiera si te llamas Julian Assange».

Por su parte, Per E. Samuelsson, el letrado del australiano, se mostró sorprendido con la situación. «Pienso que es una vergüenza para Suecia reabrir la investigación de esta forma tan sencilla. Me parece una conclusión disparatada: hablamos de unos hechos que ocurrieron hace casi diez años y de una persona que probablemente sea extraditada a Estados Unidos», declaró.

El editor jefe del portal WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, cree que la reapertura del caso le permitirá a Assange «limpiar su nombre» y negó que este haya «evitado» el interrogatorio de las autoridades suecas, que lo han investigado por cuatro delitos, tres ya prescritos, mientras que el de violación lo hará en agosto de 2020.

El proceso en Suecia contra Assange, que se declara inocente y no ha sido formalmente acusado de nada, ha estado rodeado de polémica sobre la solidez de las denuncias y los motivos de las demandantes, filtraciones a los medios, sustituciones de fiscales y la reapertura de un caso que había sido reducido inicialmente a delito menor.

Ahora compete a las autoridades británicas determinar qué petición tiene prioridad, la orden de arresto europea o la solicitud de extradición a Estados Unidos, donde también reclaman al hacker por haber conspirado para supuestamente para interceptar ordenadores del Pentágono y luego publicar, a través de WikiLeaks, más de 700.000 documentos clasificados, entre ellos, informes de las guerras de Irak y Afganistán.

A principios de este mes, Assange compareció por videoconferencia ante la Corte de Magistrados de Westminster desde la prisión de alta seguridad de Belmarsh, respecto a este caso, y dejó clara su postura: «No deseo entregarme para ser extraditado (a EE UU) por haber hecho un periodismo que ha ganado muchos reconocimientos y ha protegido a muchas personas», afirmó. El 30 de mayo volverá a comparecer en lo que se prevé será otra vista preliminar.