Palacio Real

Aragón pide en vano desde 2011 verse con Mas para reclamar el arte de Sigena

Las pinturas conservadas en el Mnac y ahora reclamadas
Las pinturas conservadas en el Mnac y ahora reclamadaslarazon

Ayer en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac) no se había recibido todavía ninguna comunicación oficial del gobierno aragonés sobre las pinturas murales de la Sala Capitular del Real Monasterio de Sigena (Huesca), en exposición en esta institución desde 1960. Desde el museo prefieren no hacer declaraciones e intentan reunir toda la documentación posible sobre el tema. Sin embargo la reclamación, que se hizo pública el jueves, viene de antiguo y hace dos años el gobierno aragonés intentó buscar una solución dialogada.

En agosto de 2011, pocas semanas después de la toma de posesión, la presidenta Luisa Fernanda Rudi envió una carta a su homólogo en la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, solicitando una reunión con un único tema: solucionar la polémica situación de las obras de arte sacro reclamadas por Barbastro y Monzón, pero también las del Monasterio de Sigena. Todavía hoy espera respuesta del Govern.

Rudi también se dirigió por escrito al nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini, en esa misma fecha, logrando un encuentro. Fuentes del gobierno aragonés aseguraron ayer a este diario que Fratini se habría comprometido «a solucionar el problema en un año». Pero el nuncio no habría podido cumplir con su palabra por culpa de las autoridades catalanas. Fuentes de la conselleria de Cultura no quisieron ayer ni confirmar ni desmentir si el conseller Ferran Mascarell ha llegado a reunirse en este tiempo con Fratini.

Aragón cuenta desde el pasado 24 de mayo con un poder notarial de la presidenta federal de la federación de los monasterios de la orden sanjuanista que cede al gobierno de esta comunidad el poder realizar «las acciones procesales y administrativas» necesarias para reclamar las obras. En el pasado, el gobierno había intentado por su cuenta realizar estas reclamaciones, pero fue el pasado año cuando los tribunales dictaminaron que no era competente para realizar esa acción.

¿Qué se dice en Sigena de toda esta polémica? Ayer, una de las monjas del monasterio de Santa María de Sigena, en conversación con este diario, aseguraba que «nosotras no sabíamos nada de esto y no tenemos que hacer declaraciones sobre el tema».

Quien sí estuvo dispuesto a hablar fue el alcalde de Villanueva de Sigena, Alfonso Salillas (Partido Aragonés), quien mostró públicamente su apoyo al ejecutivo aragonés por sus reclamaciones al Mnac. «Queremos que vuelvan aquí, a Sigena, que es de donde nunca debieron salir. Vamos a reclamar que esas pinturas vuelvan a la sala capitular del monasterio», dijo Salillas a LA RAZÓN. El edil no se conforma únicamente con las pinturas y extiende sus exigencias a un total de 117 piezas que forman parte también de la colección del Mnac. «Fueron vendidas por las monjas de Sigena de una manera extraña. El gobierno de Aragón ni siquiera tuvo la oportunidad de ejercer el derecho de tanteo», comentó Salillas, quien espera que en breve se celebre un juicio que determine la titularidad de esas obras. Sin embargo, no están todas en el Mnac. La más valiosa de ellas, un portapaz considerado como una de las obras maestras de la orfebrería medieval de todos los tiempos, desapareció misteriosamente en 1991 y aún hoy se desconoce su paradero. «Lo reclamamos todo porque el Mnac ha demostrado no ser un lugar seguro. Tampoco queremos que nuestro arte esté en un sitio como el Museo de Lleida que es una cárcel de retablos y obras de arte», concluyó el alcalde de Villanueva de Sigena.