Tribuna

Plan Auto 2030: la hoja de ruta para reindustrializar la industria de automoción

Por Josep María Recasens, presidente de ANFAC, director de Estrategia, Producto y Programas de Renault Group, CEO de Ampere, presidente director general de Renault Group España

Josep María Recasens
Josep María RecasensGR

España se enfrenta a uno de los mayores desafíos industriales y tecnológicos de su historia reciente: transformar el sector de la automoción para mantener su competitividad y seguir siendo uno de los motores económicos, sociales y de empleo del país. Jamás en su historia este sector había afrontado tantos desafíos de forma simultánea: descarbonización, digitalización, escasez de materias primas, tsunami regulatorio, volatilidad tecnológica y tensiones geopolíticas. Todo ello en un escenario donde titulares como cierres de plantas o ajustes de empleo son, por desgracia, cada vez más frecuentes. El momento de actuar es ahora. Porque el futuro no se espera, se construye.

Liderado por ANFAC juntamente con el Ministerio de Industria, y contando con todo el ecosistema del automóvil en España y el resto de las administraciones públicas de ámbito nacional, regional y local implicadas, el Plan Auto 2030 tiene el objetivo de acelerar la transformación del modelo productivo para adaptarse al nuevo contexto del sector, manteniendo su competitividad. Para ello, incorpora 25 medidas prioritarias, agrupadas en tres grandes ejes -industria, mercado e innovación-, que buscan aumentar el valor del sector de los 85.000 millones de euros a los 120.000 millones de euros, mantener el empleo en 1,9 millones e incrementar la producción a 2,7 millones de vehículos, con el objetivo de que sean 100% eléctricos en 2035.

Con nuestro trabajo, y un amplio consenso transversal, hemos creado la herramienta para tener un proyecto de país y un espejo en el que pueda mirarse el resto de Europa. El Plan Auto 2030 no es contra nadie, es con todos. El Plan Auto 2030 es una estrategia integral que planifica, incentiva y regula. Nos jugamos mucho más que vender coches, ya que en los próximos años se seguirán vendiendo, financiando y asegurando. Lo que está en riesgo es la cadena de suministro, el empleo y el valor añadido de nuestras fábricas. El objetivo es defender lo que hemos construido durante décadas y, al mismo tiempo, salir a competir con determinación, valentía y coraje. En definitiva, no poner en riesgo nuestra competitividad, sino asegurarla como única herramienta de supervivencia frente a la competencia dentro y fuera de Europa.

En conjunto, el Plan prevé invertir 6.000 millones en cinco años y movilizar entre 35.000 y 40.000 millones de euros de inversión público-privada de toda la cadena de valor del sector del automóvil en España. Y donde una de las palancas tractoras de este proyecto es el impulso de una I+D+i colaborativa y emprendedora, con el foco puesto en los vehículos eléctricos de nueva generación. El proyecto aboga por la creación del sello “inversiones bien hechas en España”, para atraer capital extranjero con el objetivo de que se integren en nuestro ecosistema, aporten valor añadido y trabajen en colaboración con los agentes público y privados españoles. Lo que está en juego, en definitiva, es nuestra soberanía tecnológica.

En paralelo, es imprescindible impulsar la demanda. Un mercado doméstico fuerte sostiene una industria fuerte. España ha demostrado en 2025 que puede doblar la cuota de vehículos electrificados hasta el 20,7% y superar las 100.000 matriculaciones de vehículos 100% eléctricos en 2025. El Gobierno anunció un cambio importante en el incentivo a la demanda de vehículos eléctricos e híbridos enchufables con el Plan Auto+ que será gestionado directamente por el Ministerio de Industria y Turismo con una mayor agilidad en las ayudas y simplificación administrativa. Es un primer paso.

Somos el segundo productor de vehículos en Europa y el cuarto país en proveedores de componentes. Un liderazgo que conlleva una gran responsabilidad. Queremos que España sea candidata para atraer nuevas oportunidades y proyectos estratégicos. Queremos que nuestro tejido de proveedores transicione sin dejar a nadie atrás. Queremos que la industria española no solo sobreviva, sino que lidere.

No había margen para la inacción. Si no actuábamos, podríamos haber perdido inversión, competitividad y progreso social. En contraposición, si actuamos con ambición, podemos generar más valor, más tecnología y más oportunidades para las próximas generaciones. El Plan Auto 2030 es nuestra apuesta por el futuro, por el empleo y por la competitividad. Vamos a transformar nuestra industria. Y no va de ideología, va de tecnología. Y de decidir si queremos sólo ser un mercado fuerte o continuar siendo un hub industrial de referencia en Europa. ¡Vamos a por ello!