La situación

Extremadura como síntoma

«Nada de esto conmociona a eso que Sumar ya califica como ‘‘el búnker de Moncloa’’, donde el discurso no se modifica»

Cuando un sector tira muy fuerte de un lado de la cuerda, al principio puede conseguir su pretensión de derribar a su rival. Pero el tiempo pasa, y en algún momento ese rival se pone en pie, recupera fuerzas y empieza a tirar del otro lado de la cuerda.

Pedro Sánchez se desvió hacia un extremo, tirando con fuerza de su lado de la cuerda, el día en el que decidió llevar al gobierno a Pablo Iglesias, y aliarse en el parlamento con Oriol Junqueras, Arnaldo Otegi y, finalmente, con Carles Puigdemont. Lo hizo poco después de que los independentistas catalanes hubieran tirado de su cuerda con el procés. Resulta una irresponsable ingenuidad pretender que ya no existe ese mecanismo político consistente en que a toda acción le sucede una reacción. Y, en efecto, la reacción ha llegado.

Sánchez anunció en su discurso de investidura que se disponía a erigir un muro para dividir a los españoles, y lo ha conseguido con un empeño digno de causas más honorables. Pero el muro sanchista ahora está afectado de aluminosis política. Y Emiliano García Page se ha atrevido a decir lo que otros socialistas piensan, pero callan: que ese muro ha entrado en fase de colapso y ha caído del lado de la izquierda.

La consecuencia es que una región que (casi) genéticamente es de izquierdas, ha votado en un 60% a opciones de derechas, a pesar de –o quizá por– insistir en que la culpa de que crezca Vox es del PP, y no del constructor de muros. Extremadura nos deja el síntoma de que el pánico a la extrema derecha se afloja a un ritmo muy alto. Vox ha superado al PSOE en varias ciudades extremeñas, como Badajoz; miles de votantes del PSOE han huido hacia el PP; y miles de votantes del PP han votado a Vox. Pero nada de esto conmociona a eso que Sumar ya califica como «el búnker de Moncloa», donde el discurso no se modifica, al margen de lo que ocurra fuera del recinto presidencial: la legislatura nacional llegará hasta 2027, porque «Sánchez está fuerte». Sostenella, sin enmedalla.