Sin Perdón

La fría indiferencia de Sánchez

«A estas alturas parece que no iba con él y que todo es culpa de un tal Gallardo»

Uno de los aspectos más interesantes del presidente del Gobierno es su indiferencia, aunque uno de sus más estrechos aliados habla de falta de empatía. No es un caso aislado o singular, porque en la Historia encontramos gobernantes que imponen sus ideas, estrategias o intereses personales a cualquier otro planteamiento. Ha sido habitual en revolucionarios como Robespierre, Lenin o Castro, por citar ejemplos muy conocidos. En la China de Xi Jinping no interesa la democracia, aunque consideran que existe dentro del partido, y el pluralismo porque el único objetivo es, precisamente, el bienestar, desarrollo y poder de China. En nuestro caso, tenemos un Gobierno en minoría, con posiciones radicales de izquierda e instalado en el populismo, que utiliza las instituciones al servicio de Sánchez y que está dispuesto a aguantar a cualquier precio. La Moncloa defiende que es el Gobierno más estable de Europa. Y no le falta razón si aceptamos que la inacción y la carencia de escrúpulos son prácticas aceptables en una democracia. Tras la histórica derrota del PSOE en Extremadura hemos visto en acción esa fría indiferencia. A estas alturas parece que no iba con él y que todo es culpa de un tal Gallardo. Al igual que ha sucedido con Ábalos, Koldo, Cerdán o Salazar, en breve no recordarán que hubo un secretario regional extremeño que tenía este nombre. Es la caída de otro tonto útil del sanchismo. Uno de los pilares de la democracia es la rendición de cuentas. No se trata de hacer entrevistas en los medios controlados o afectos al sanchismo, utilizar a los voceros habituales o hacer declaraciones institucionales para que actualicemos las fotos del líder, sino comparecer en rueda de prensa y responder preguntas. Tras lo sucedido en Extremadura, hubiera sido razonable que el secretario general del PSOE lo hubiera hecho, pero se impone esa desbordante indiferencia hacia la opinión pública. La siguiente etapa será en Aragón, donde es previsible que Alegría coseche otro sonoro fracaso. Por cierto, espero que Azcón no caiga en la trampa de aceptar un debate electoral en TeleSánchez, ya que será una encerrona controlada por La Moncloa. Nada bueno puede obtener de un instrumento que estará al servicio de Alegría. En cualquier caso, veremos como acaban culpando a la candidata por ser una inútil.

Francisco Marhuenda.De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)