
Canela fina
Sumar agrieta la coalición con PSOE
«Yolanda Díaz Iscariote traicionó a Pablo Iglesias, al que todo se lo debe, y parece capaz de hacer lo mismo con el líder socialista»
Es ya de público conocimiento que Sumar mantiene una tensión creciente dentro de la coalición gubernamental sanchista. No se trata de una tragedia ni de una catástrofe, sino de una situación lógica entre dos agrupaciones políticas que discrepan, que siempre han discrepado en varias y fundamentales cuestiones. Lo que ocurre es que Sumar, aparte de destrozar los proyectos de ley cuando le convenga, tiene la posibilidad de facilitar una moción de censura que termine con la confortable estancia de Pedro Sánchez en su madriguera monclovita.
Resulta reiterativo para observadores sagaces y periodistas de prestigio asegurar que Pedro Sánchez necesita para subsistir de los seis partidos que facilitaron su investidura: Podemos, Sumar, los extremistas de izquierda Bildu y ERC, así como los derechistas PNV y Junts. Cualquiera de ellos que se sumara a una moción de censura dejaría a Pedro Sánchez en la calle. Y como los seis tienen conciencia de esta circunstancia, todos y cada uno de ellos pasan gravosas facturas al líder socialista. Los cuatro partidos independentistas se han mostrado insaciables. El presidente del Gobierno se ha visto obligado a concederles indultos, amnistías, apoyo parlamentario, alcaldías, patrocinios sin número e incontables subvenciones. Todo ha sido poco para saciar la avidez de Bildu y PNV, de ERC y Junts.
A Sumar le concedió Pedro Sánchez una vicepresidencia del Gobierno y varios ministerios, así como presupuestos suntuosos, enchufes de muy vario pelaje y una larga caravana de cargos disponibles. Creyó el sanchismo que el partido coaligado se quedaría satisfecho con tantas canonjías. Pues no. Se ha demostrado que conoce la fuerza de que dispone. Aparte de las exigencias de cada uno de los quince partidos que integran la pirueta de Sumar, ninguno de ellos acepta subordinaciones. Y con una líder, militante del Partido Comunista, a la que muchos llaman Yolanda Díaz Iscariote, personaje epicúreo que traicionó a Pablo Iglesias, al que todo le debe. Capaz, sí, de traicionar a Pablo Iglesias y a cualquier otro dirigente político incluido el César socialista Pedro Sánchez.
Negar la habilidad del presidente del Gobierno para negociar las más contrarias situaciones sería perder el sentido de la objetividad. El líder socialista lleva siete años demostrando su capacidad para el engaño. Y a pesar de tantas piruetas circenses todavía no se ha caído. Todavía.
Luis María Anson, de la Real Academia Española
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