El 47% de los alumnos va a clases particulares, que generan un negocio de 1.700 millones al año

Lo mismo son compañías que cotizan en Wall Street y que se dedican a la enseñanza online, que academias más profesionalizadas instaladas en los barrios, que un estudiante de grado universitario que busca ganarse un dinero con clases particulares. Son los que están detrás del negocio de la «educación en la sombra», un sector que mueve 1.700 millones de euros al año y que recibe ese calificativo porque se ha convertido en la «sombra» (valga la redundancia) del sistema educativo formal y que, en alguna medida, forma parte de la economía sumergida. Lo cierto es que la demanda de las clases particulares en España se ha triplicado en los últimos quince años y representa un porcentaje cada vez más importante del gasto privado, según constata un estudio de EsadeECPol, que hace una radiografía del sector por etapa escolar, capacidad económica de los hogares, titularidad del centro y comunidad autónoma. Y lo hace tomando como referencia la Encuesta de Gasto de los Hogares en Educación de 2019/20 (los últimos datos existentes) y la Encuesta de Presupuestos Familiares para ese mismo año del INE.

El 46% del gasto va destinado a idiomas

Para hacernos una idea del alcance, el 47% de los alumnos españoles reciben clases particulares. Y más los que van a la escuela privada y concertada (50,1%) que a la pública (46,5%). No obstante, su demanda crece en las etapas más altas: ESO y Bachillerato, en que aumenta la dificultad de las asignaturas (60%), si bien es cierto que los idiomas concentran el 46% del gasto en clases particulares y son la prioridad número uno en el gasto de las familias españolas en «educación en la sombra», según revela el estudio. «Cuantos más recursos tiene una familia, más gasta en clases. Los padres que llevan a sus hijos a un centro privado desembolsan hasta tres veces más que los que escolarizan a sus hijos en escuelas públicas. Y esto tiene que ver con el hecho de que cada vez hay mayor conciencia de que sus vástagos van a tener que vivir en un entorno cada vez más competitivo y que cuando acaben sus estudios van a encontrar un mercado de trabajo hostil. En esa competición, las familias están dispuestas a invertir lo que haga falta», explica Juan Manuel Moreno, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la UNED y Senior Policy Felow de Educación en EsadeEcPol.

A esta circunstancia el experto añade que el número de hijos por familia es cada vez menor y es posible invertir más en educación. Y otro punto importante: «Las familias demandan una atención más individualizada, una persona que sea capaz de guiarlos y de darles una atención más a la medida del niño».

Desembolso medio por curso: 270 euros

Así las cosas, el gasto medio por alumno en clases particulares es de 270 euros por curso escolar, aunque el desembolso varía dependiendo de cada autonomía. Mientras que Madrid está a la cabeza en la inversión que hacen los padres, con un gasto de 350 euros al año de media, Castilla-La Mancha es en la que menos se destina: 153 euros.

Otra de las conclusiones que arroja el estudio es que, de cada tres euros dedicados a clases particulares, uno va destinado a reforzar y recuperar y dos a ampliar y perfeccionar conocimientos. De ahí que el informe señale que las clases particulares «son un factor de desigualdad muy importante. La clave sería que las familias no tengan que gastar ni un euro y el sistema sea capaz de ofrecer el apoyo suficiente a los niños en riesgo de fracaso escolar», explica Moreno. Porque luego están las garantías de calidad que pueda ofrecer el servicio. «No las hay, pero si hay algo en lo que a los padres les merece la pena despilfarrar es en sus hijos».