Prevención

Médicos y pacientes reclaman un cribado para la hepatitis C

La prueba, un simple análisis de sangre que apenas cuesta 3 euros, sería coste-efectiva, por lo que apuestan por el diseño de un cribaje poblacional e incluso universal que desenmascare los casos de infección ocultos

Foto: Gtres
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La prueba, un simple análisis de sangre que apenas cuesta 3 euros, sería coste-efectiva, por lo que apuestan por el diseño de un cribaje poblacional e incluso universal que desenmascare los casos de infección ocultos

De igual forma que ya se hace con enfermedades como el cáncer de mama o el de colon, diez asociaciones de pacientes y la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (Aehve) se han unido para reclamar al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas que pongan en marcha un plan nacional para el cribado de la hepatitis C. El objetivo: hacer aflorar a los alrededor de 100.000 afectados con el virus que están aún sin diagnosticar.

Y es que los estudios epidemiológicos apuntan a que la prevalencia de la infección en España sería de entre 190.000- 200.000 personas de las que, en torno a un 45% estarían tratadas. Pero del resto, la mayoría no sabría que vive con el virus.

Para tratar de desenmascarar a esa población se presentó un documento de bases para la definición de esa estrategia en España. En él, la Aehve considera que el cribado debería hacerse en cualquier centro sanitario y de adicciones, así como conseguir el diagnóstico en un solo paso. Para ello, señaló Javier García-Samaniego, hepatólogo del hospital Universitario La Paz de Madrid, «es fundamental potenciar el papel de la Atención Primaria, incluyendo el Servicio de Atención al Paciente con hepatitis C en la cartera de servicios comunes de la AP».

Requisitos de inclusión

Sobre el tipo de cribado más apropiado –que se puede realizar mediante un simple análisis de sangre que cuesta unos 2-3 euros– los expertos no lo tienen totalmente definido. Sin embargo, de acuerdo con los resultados de los últimos estudios realizados en 2017 a la prevalencia de la infección virémica (activa) por VHC en nuestro país se sitúa en el entorno del 0,3-0,4%, «nuestra propuesta es un cribado poblacional e incluso universal, pues datos muy recientes nos dicen que es coste-efectivo llevarlo a cabo –explicó García-Samaniego–. Con esas tasas de prevalencia, aumentan notablemente las posibilidades de éxito y sobre todo la viabilidad de una estrategia de cribado seguida del tratamiento precoz».

Lo que sí tienen claro es que entre los criterios a tener en cuenta estaríanhacerlo a todos los usuarios de drogas inyectables e internos de instituciones penitenciarias, receptores de productos sanguíneos u órganos sólidos anteriores a 1991, pacientes en hemodiálisis, inmigrantes procedentes de zonas con riesgo de infección y hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, personas con hepatitis B, parejas de pacientes con hepatitis C, como apuntó el presidente de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C de Madrid, Adolfo García Ortega.

Otra opción sería hacerlo por grupos de edad, a toda la población nacida antes del año 1965 o incluso un poco después, ya que, según García-Samaniego, «es extraordinariamente raro encontrarse pacientes con menos de 35 años». E incluso hay datos que apuntan que también sería coste-efectivo hacer un cribado universal, añadió el jefe de la Unidad de Aparato Digestivo de la Fundación Hospital de Alcorcón , de Madrid, Conrado Fernández, dado el precio tan bajo de los test de diagnóstico.

En cualquier caso aseguran que a primeros de año –coincidiendo con el congreso de la Sociedad Española de Estudio del Hígado– se presentarán datos de otros países que darán más pistas de cuál es la modalidad más adecuada para llevarlo a cabo.

Además, expertos y pacientes han advertido que si esa estrategia no se aborda en paralelo a la universalización del tratamiento (aprobada el pasado mes de junio), España corre el riesgo de desperdiciar los resultados logrados hasta ahora –somos el país del mundo que más pacientes ha tratado por millón de habitantes en los dos últimos años con los nuevos antivirales de acción directa y que curan la infección en tasas superiores al 95%– porque el «agotamiento del diagnóstico» llevaría al cabo de una década a que nuestro sistema sanitario se encontrase nuevamente con un repunte de casos y un incremento de la prevalencia.