Terrorismo yihadista

Un suicidio

Un suicidio
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El Estado Islámico está convencido que los países integrantes de la coalición internacional terminarán por desistir del ataque que han organizado contra ellos en Siria cuando se convenzan que todo el dinero que están invirtiendo no va a servir para acabar con el problema que representan los islamistas.

“No hay un ejército en el mundo que sea capaz de continuar en una batalla cuyas pérdidas son mayores que su capacidad para compensarlas; y cuya duración es más larga que su fuerza para aguantar”, aseguran.

A este respecto, recuerdan lo ocurrido con el Ejército USA en Irak, cuando, al final, optó por retirarse dado el número de bajas (no es el caso actual) y los costes económicos.

Según el último análisis publicado por la banda yihadista, esta situación se puede hacer más crítica para sus enemigos si se comienza una campaña sistemática de robos a pequeña y gran escala en occidente: “el robo de la riqueza de los kuffar (infieles) los debilita, amenaza la seguridad de sus economías, fortalece y enaltece a los creyentes y los prepara para algo mayor que el robo”.

Lamenta que sea éste es uno de los aspectos de la yihad que han sido abandonados excepto por un grupo de personas “pero que todavía son muy pocos”.

Lo dicen ellos y no se deben tomar sus palabras como meros comentarios. La guerra, sea territorial, como ahora, o con golpes de mano por parte de los terroristas, como ocurrió en Irak, puede durar todavía mucho tiempo, independiente de los atentados que puedan ser cometidos en occidente. Frenar el esfuerzo económico para acabar con esta lacra sería sencillamente un suicidio.