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Luka Donic: «Con mis amigos vacilo como un chaval normal»

Su cara es la de un adolescente; su cuerpo y su juego, los de una estrella del baloncesto europeo. Ha explotado esta temporada y en la Copa busca su primer título como protagonista.

Luka Donic
Luka Doniclarazon

Su cara es la de un adolescente; su cuerpo y su juego, los de una estrella del baloncesto europeo. Ha explotado esta temporada y en la Copa busca su primer título como protagonista.

Luka Doncic, «2,02 sin zapatillas» y creciendo, está con ganas de poder llegar solo a los entrenamientos en Valdebebas. A días de cumplir los 18 años, su madre le «lleva a todos los lados, pero ya sólo le queda un mes». El examen teórico de conducir lo aprobó hace semanas. Ahora llega la Copa del Rey y en cuanto pueda se sacará el práctico. Este seguidor de Tom y Jerry, sus dibujos favoritos cuando era más niño, es la atracción para la Copa que empieza hoy en Vitoria. Más de la mitad de las franquicias de la NBA han enviado espías al Buesa Arena. Todas las miradas le apuntan y las predicciones del «draft» de 2018 le sitúan en el número uno. Cuesta encontrar un jugador que con 17 años haya tenido un impacto como el del esloveno. Superada la timidez inicial asegura que es más difícil defender a Teodosic y De Colo que medirse a la Prensa.

–¿Sabe ya qué coche quiere cuando se saque el carné?

–No, todavía no. El Real Madrid nos da un Audi y ese me valdrá.

–¿Ha pensado cómo celebrará su 18 cumpleaños?

–No he pensado en la fiesta. Sí he reservado en un restaurante para comer con mi familia.

–¿Mantiene contacto con sus amigos de Eslovenia?

–Sí, algunos ya han estado en Madrid y en abril volverán como unos diez o así. Seguro que lo vamos a pasar muy bien. Con ellos vacilo como un chaval normal y eso es lo que más me gusta.

–¿Qué es lo primero que recuerda de su llegada al Madrid?

–Que fuimos a jugar una Minicopa a Barcelona, quedamos segundos y luego vimos cómo los mayores ganaban la final. De Madrid y del Madrid me gustó todo. Cómo eran los jefes, cómo se comía...

–Parece que para usted es muy sencillo jugar al baloncesto...

–El talento siempre tiene parte de culpa, pero lo más importante es trabajar duro cada día. Si trabajas mucho y tienes un poquito de suerte, consigues lo que quieres.

–¿Llegar al máximo nivel es como lo imaginaba?

–No. Cuando vine aquí nunca imaginé que estaría en el primer equipo con 17 años. Todo ha ido más deprisa de lo esperado.

–¿Le hicieron novatadas?

–No. Se portaron todos muy bien. Son gente seria y me gustó.

–¿Cómo es la relación con los jugadores más veteranos, porque hay tipos, como Nocioni, que le prestan especial atención?

–Son todos una gente increíble. Nocioni es muy experto, es un orgullo poder tenerle con nosotros. Me dice que juegue como sé. Me tranquiliza, me protege, me da consejos que me sirven...

–¿Cómo lleva las broncas de Pablo Laso?

–Que te eche broncas un entrenador es lo normal, porque Pablo lo que siempre quiere es lo mejor de mí. Si hay un entrenador que después de haber hecho algo malo no te echa la bronca, no es un buen entrenador. Significa que no quiere que mejores. Estoy contento de que Pablo me eche broncas.

–¿Quién es el jefe en el vestuario?

–(Silencio)...

–¿Usted?

–(Risas) No, yo no, yo no. Todos nos llevamos muy bien y algunos como Felipe y Sergio son los jefes del equipo.

–¿Le reconocen por la calle?

–Algunos sí. Me piden un autógrafo, una foto y yo estoy encantado de poder dárselo. Me siento bien cuando me reconocen. Lo único que hay que hacer es mantener los pies en el suelo porque eso es lo más importante.

–Desde que es una referencia, ¿recuerda algún comentario de algún rival en especial?

–Simon, del Armani Milán. Me dijo que cuando yo era pequeño mi padre jugaba con él. Él me recuerda a mí, yo no tanto porque era muy niño. Estuvo bien que me saludara y me dijera eso.

–¿Se ha imaginado en Vitoria ser el Gasol de la Copa del Rey de 1999, cuando explotó y fue elegido MVP del torneo?

–Quiero y me imagino siempre lo mejor para mi equipo. Lo que quiero es que gane el equipo y si juego mal, estoy igual de contento. Lo primero es ganar la Copa, pero si juego bien, mejor.

–Haciendo tantas cosas como hace en la cancha, ¿qué es lo que más le gusta?

–Lo que más me gusta es pasar. Si das una asistencia haces feliz a dos personas, como dijo Kukoc.

–¿En qué cree que tiene más margen de mejora?

–En muchísimas cosas. Lo que más estoy trabajando es el tiro y los desplazamientos laterales.

–En verano estuvo en Estados Unidos entrenando el tiro, ¿es muy diferente el sistema de trabajo al de aquí?

–No, es casi igual. Aquí en el Madrid están haciendo un trabajo increíble conmigo.

–¿Quién es el jugador que más le ha sorprendido hasta ahora?

–Sergio Llull, porque cuando llegué al primer equipo ya sabía que era muy bueno, pero cuando entrenas con él todos los días sabes que es mejor que bueno.

–¿Entiende su decisión de no irse a la NBA?

–Ésta es su casa y su sueño era jugar en el Madrid. Lo entiendo perfectamente.

–¿Cómo lleva el inglés?

–Perfecto, perfecto no, pero estoy trabajando en ello.

–En las últimas predicciones del «draft» le sitúan en el número uno, ¿a qué le suena?

–Ahora mismo estoy en el Madrid y pienso que estoy en el lugar adecuado.

–¿De qué jugadores tenía pósters en su habitación?

–De Michael Jordan y de Kobe Bryant, pero mi ídolo siempre ha sido Jordan. Ahora me fijo mucho en Llull. Es una suerte poder entrenar con él, se aprende mucho.

–¿Ve partidos de la NBA, tiene algún equipo favorito?

–Por la noche no me quedo, pero cuando el horario es bueno sí me gusta seguirlos. De equipo no tengo ninguna preferencia. Ahora, LeBron me parece un jugador increíble y creo que este año volverá a ganar el anillo.