Psicología

Enrique Rojas, psiquiatra, da las tres claves para superar los traumas de la vida

Los traumas pueden superarse, según las propias palabras del psiquiatra Enrique Rojas, aunque hay que pasar por un proceso tedioso, cansado y desagradable

Doctor Enrique Rojas
Doctor Enrique Rojas Cedida

A medida que crecemos, vamos siendo conscientes de los obstáculos que nos impiden disfrutar plenamente del presente. Al ahondar en ellos, podemos descubrir que están vinculados a experiencias traumáticas pasadas, palabras hirientes que nos dijeron o heridas emocionales que aún no hemos sanado. Muchos de estos obstáculos tienen su origen en la infancia y se activan en momentos específicos de nuestra vida provocando que nuestro cerebro desencadene una respuesta de alerta y nos haga sufrir.

Afortunadamente, los traumas pueden superarse aunque hay que pasar por un proceso a menudo desagradable donde la terapia, la comunicación, el apoyo de los demás y el autocuidado se vuelven aspectos imprescindibles. Según el reputado psiquiatra español Enrique Rojas para afrontar un trauma hay que "poner en ello cabeza y corazón, arte y oficio, ilustración y afecto".

Las tres claves de Enrique Rojas para superar los traumas

Enrique Rojas, médico psiquiatra, ha compartido en su perfil de Instagram tres consejos para intentar "superar los traumas de la vida".

  • Averiguar su naturaleza. El psiquiatra considera que es importante diferenciar entre macrotrauma (impactos emocionales de gran intensidad) o microtrauma (impactos emocionales de menor intensidad pero se van sumando entre sí).
  • Ordenar los hechos y enfocarlos para buscar una salida, si es posible. Rojas aconseja hacer una lista de mayor a menor intensidad de lo sucedido y ver cómo se podrían neutralizar algunos de los hechos ocurridos.
  • Intentar sobreponerse a los traumas y comenzar de nuevo poco a poco. El experto contempla la resiliencia como solución. Es decir, aprender a soportar situaciones duras, de gran dificultad y y ser capaces de crecerse ante las dificultades y no hundirse.
Sensación de libertad
Sensación de libertadLa Razón

¿Cómo sé si tengo un trauma?

Detectar si estamos lidiando con un trauma puede resultar complicado, ya que sus manifestaciones pueden variar en cada persona y no siempre son obvias. No obstante, existen ciertos síntomas que pueden indicar la presencia de un trauma no resuelto:

  • Recurrencia del evento traumático. Quienes han experimentado un trauma pueden revivir la experiencia a través de recuerdos, pesadillas, flashbacks o pensamientos intrusivos, lo que puede generar angustia y afectar la calidad de vida.
  • Evitación. El trauma puede llevarnos a evitar situaciones, lugares o personas que nos recuerden la experiencia traumática, así como a perder interés en actividades que antes disfrutábamos.
  • Hiperactividad emocional y física. La persona puede experimentar ansiedad, irritabilidad, dificultades para conciliar el sueño o sobresaltarse con facilidad.
  • Alteraciones emocionales y conductuales. El trauma puede desregular nuestras emociones, llevándonos a sentir culpa, vergüenza, ira o tristeza de forma desproporcionada o incontrolable, afectando nuestra interacción social.
  • Dificultades en las relaciones. El trauma puede dificultar nuestra capacidad para establecer relaciones saludables y duraderas, generando sentimientos de aislamiento, desconfianza o miedo al contacto emocional con los demás.

EMDR, la terapia que promete ser eficaz para superar los traumas

La terapia EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), descubierta de manera casual por la psicóloga Francine Shapiro a finales de los años 80, se basa en la observación de movimientos oculares voluntarios de un lado a otro.

Este método, posteriormente estudiado de manera sistemática, ha demostrado reducir significativamente los síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) en personas tratadas. La técnica consiste en acceder a recuerdos traumáticos mientras el paciente experimenta emociones negativas, y realizar movimientos oculares dirigidos por el terapeuta para procesar esos recuerdos de manera más adaptativa.

Se cree que este proceso permite al cerebro reestructurar los recuerdos traumáticos y sus asociaciones emocionales, llevando a una resolución adaptativa del trauma y una mejora en el funcionamiento cotidiano. Aunque se utiliza principalmente para el tratamiento del trauma, se considera que la terapia EMDR también puede ser efectiva para tratar otros trastornos como la depresión, la ansiedad, la adicción, las fobias y los trastornos alimentarios.