Selección Española

Sergio Ramos, un líder de bandera

Con una personalidad que deslumbra desde que era niño, goza entre compañeros y rivales de la admiración que sólo despiertan los mitos del fútbol. La pasada semana, con su inteligente manejo del caso Piqué, se reafirmó como el capitán de todos

Sergio Ramos, un líder de bandera
Sergio Ramos, un líder de banderalarazon

Con una personalidad que deslumbra desde que era niño, goza entre compañeros y rivales de la admiración que sólo despiertan los mitos del fútbol. La pasada semana, con su inteligente manejo del caso Piqué, se reafirmó como el capitán de todos.

El Sevilla de Caparrós disputaba un partidillo de entrenamiento contra un equipo de Tercera. En sus filas había varios juveniles Y uno de ellos se rompió el tabique nasal en una disputa. El médico aconsejó el cambio, pero el joven, a sus 17 años, empezaba a vislumbrar su sueño de ser profesional y no iba a detenerse ahí: «Ni hablar. Sigo». En aquel entrenamiento fue todavía más fuerte a cada balón dividido. Era, obviamente, Sergio Ramos. El mismo que, en otro entrenamiento con el primer equipo fue capaz de darle unos pases en una capea privada de su buen amigo Alejandro Talavante a un morlaco de 500 kilos. El que tiró un penalti a lo Panenka en las semifinales de la Eurocopa 2012 dos meses después de haber fallado en la tanda del Bernabéu, también de semifinales de Champions, ante el Bayern. El que acudió a su primera llamada de la Selección española vestido con un traje blanco de arriba a abajo. El central con alma de delantero que se ha caracterizado por su carácter, por un físico privilegiado, por sus habilidades para defender... y también por sus goles decisivos. El futbolista total.

Si habla, todos callan

Sergio es un líder natural. «Se le veía desde pequeñito», ha comentado alguna vez Caparrós, el que le dio la alternativa en Primera. Por su rendimiento en el campo, pero también por su comportamiento y su carisma fuera, rivales y compañeros le reconocen cualidades que han visto en muy pocos futbolistas. «Tiene más c... que el caballo de Espartero», reveló Luis Aragonés del debutante tras convocarle por primera vez con la absoluta. Sea con España o sea con el Real Madrid, las broncas de Sergio Ramos se han hecho célebres. Cuando él levanta la voz, todos callan y escuchan atentamente. Y si algo no le gusta, vaya si levanta la voz. No fue el caso, sin embargo, la pasada semana, cuando media España esperaba su rapapolvo a Piqué por sus tuits y retuits, escritos desde la concentración de la Selección, críticos con la Policía y la Guardia Civil. Sergio escogió esta vez el capote, no la espada. Y estuvo hábil.

Lo ha ganado todo

Esa personalidad y ese liderazgo que le han acompañado durante toda su carrera futbolística, así como un afán de superación exacerbado («cada temporada me reseteo porque lo que has ganado en el pasado no sirve para nada») le han permitido conquistar todo lo que se puede conquistar en el fútbol. Un Mundial, dos Eurocopas, tres Ligas de Campeones, cuatro Ligas, tres Copas del Rey, dos Supercopas de España, tres Supercopas de Europa, dos Mundiales de Clubes y un sinfín de premios individuales además de cuatro nominaciones al Balón de Oro.

En la historia

Un currículum asombroso que lo es aún más teniendo en cuenta su importancia capital en todos y cada uno de los trofeos que ha levantado, y no sólo por goles decisivos como su famoso milagro en Lisboa, aquel minuto 93. Algunos de esos trofeos los ha alzado ya como capitán, estatus del que goza tanto en el Real Madrid como con España desde la salida de ambos equipos de Iker Casillas. El guardameta es también el único que le supera en número de internacionalidades. La sensación que tienen tanto el público como sus compañeros y rivales cuando ven jugar a Sergio Ramos, que tiene contrato en el Real Madrid hasta 2021 y al que queda cuerda para rato, es la de encontrarse ante un mito vivo y en activo del fútbol, con un hueco ya hecho en los libros de historia de este deporte.