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Las guerras de Luis Suárez

El delantero uruguayo, que simuló el penalti del empate en la ida, juega al límite para provocar a los defensas del conjunto blanco

Messi y Luis Suárez, en el entrenamiento de ayer del Barça
Messi y Luis Suárez, en el entrenamiento de ayer del Barçalarazon

El delantero uruguayo, que simuló el penalti del empate en la ida, juega al límite para provocar a los defensas del conjunto blanco.

Lo que más duele en el Real Madrid de la expulsión de Cristiano Ronaldo es la comparación. El portugués fue expulsado por, según el colegiado, simular un penalti que, evidentemente, no se pitó; mientras que Luis Suárez acabó el partido, pese a simular un penalti, que, evidentemente, sí se pitó y fue el tanto del Barcelona. En el Madrid miran una jugada y luego otra y no entienden esa disparidad de criterio, la distancia que hay de una manera de aplicar el reglamento y otra. Y sobre todo, hoy en el campo van a ver que Luis Suárez sí juega con el rival, mientras que Cristiano verá el choque desde su palco del estadio.

«Son los comités los que deben valorar si hay que sancionar el fingimiento de un penalti o no. Las imágenes son claras y son acciones que deciden eliminatorias, partidos y títulos. Es raro que por errores un equipo se quede sin posibilidades de ganar», explicaba ayer Carvajal acerca de la jugada que protagonizó el futbolista uruguayo, que supuso el empate del Barcelona. Cuando sale Navas y ha perdido la pelota, Luis Suárez se deja caer y engaña al colegiado. Las críticas recaen sobre los árbitros porque los aficionados y los jugadores de fútbol son más permisivos con esos engaños de los futbolistas y suelen recurrir a que el «fútbol es para listos», es decir, que este deporte es para quien saca la mayor ventaja en cualquier situación.

Y hay pocos futbolistas como Luis Suárez para conseguir eso. Cuando jugaba en el Liverpool, ya le criticaron por varias caídas en el área. Su estreno oficial en el Barcelona ocurrió en un partido en el Bernabéu y, desde entonces, no ha dejado de pelearse con todos los defensas del conjunto blanco. Varane le suele ganar los duelos por la pelota por su velocidad, mientras que Ramos y Carvajal nunca le vuelven la cara. No les falta carácter a los jugadores de Zidane. Si Luis Suárez quiere guerra, ellos están dispuestos a dar batalla. En uno de los clásicos de la temporada pasada el canterano y el uruguayo ya discutieron y las cámaras recogieron como el futbolista del Madrid le recordaba los tres goles de la Juve al Barcelona, que significaron la derrota en la Champions. «Es un grandísimo jugador y un gran delantero. En los clásicos las pulsaciones están al 200% pero todos sabemos que se queda en el terreno de juego. Somos todos compañeros de profesión y personas», seguía ayer recordando Carvajal sus duelos con el delantero del máximo rival.

Cuando Luis Suárez llegó a España, muchos en el Barcelona temieron que no pudiera reprimir ese carácter que le había provocado tantas sanciones. Por dos veces mordió a un rival y se temía que no iba a reformarse. Hasta ahora, no ha agredido de esa forma, pero de ninguna manera ha renunciado a su manera de jugar. Entiende el fútbol como un juego en el que todo vale mientras nadie te diga que no. En el clásico, además de la famosa jugada del penalti, hubo dos acciones con Ramos en las que le dejó la pierna.

Por eso, pese al resultado a favor de la ida, los defensas del Real Madrid saben que hoy tampoco les espera una noche tranquila.