Que nadie entierre al portugués

El Madrid no se presentaba en el Camp Nou como favorito, pero jamás acudirá a ningún partido de víctima. Eso no va en el ADN de este club. Por eso se plantó sobre el terreno de juego con ambición, con orden y con solidaridad y disciplina táctica. Por momentos, vimos al mejor Madrid de los últimos meses y confieso que tácticamente me recordó al que asombró en Múnich en la semifinal de la Liga de Campeones del año pasado. Pero esto es fútbol...

Cristiano, siempre

Cristiano pudo abrir ya en el minuto 12 el marcador con su lanzamiento al larguero, pero el Barça, en una jugada aislada, a balón parado, fue el que anotó de manera injusta con el testarazo de Mathieu , que se adelantó a Sergio Ramos y desvió al fondo de la red de Iker Casillas. Pero el Real Madrid tuvo el mérito de no bajar los brazos y reaccionó adueñándose aún más del encuentro, con un Marcelo que era un puñal por la banda izquierda matando una y otra vez a la zaga azulgrana.

No ganó el mejor

Llegaron ocasiones como producto de un gran fútbol hasta que una extraordinaria jugada colectiva la remataron entre el genial taconazo de Benzema y el remate certero de Cristiano Ronaldo, que siempre está. El portugués volvía a callar bocas y al Camp Nou. Quedaba un mundo por delante, todo el segundo tiempo y ahí el Madrid pudo volver a adelantarse, aunque con el partido abierto llegó una mejoría del equipo azulgrana y el tanto de Luis Suárez que desnivelaba la contienda. Para mí no ganó el mejor porque el Madrid fue superior al menos durante 60 minutos del partido. El equipo blanco queda a cuatro puntos, pero dio buena imagen y que nadie le entierre... ni tampoco al crack portugués.